El Belén Viviente más veterano de la Sierra de Aracena tiene su portal en una iglesia del siglo XIV, y aún puedes visitarlo

Galaroza vuelve a convertirse en uno de los grandes referentes de la Navidad onubense con la celebración de su Belén Viviente, considerado el más veterano y pionero de toda la comarca. Un nacimiento singular que destaca no solo por su larga trayectoria, sino por ofrecer una de las escenas más especiales de Andalucía: Un portal ubicado en el interior de una iglesia del siglo XIV.

El municipio cachonero atrae cada año a su nacimiento a miles de visitantes por la belleza de su enclave y el cuidado con el que se recrea la vida tradicional. El Belén se extiende por las laderas del Cerro de Santa Brígida, donde cerca de un centenar de vecinos dan vida a oficios y escenas cotidianas del pasado en un entorno natural de enorme valor paisajístico.

Hogueras donde se asan castañas, vecinos cocinando migas o carne al fuego, un corral con animales de granja, una carpintería artesanal y numerosos rincones llenos de detalles conforman un recorrido que transporta al visitante a otra época. Todo ello, envuelto en una atmósfera única que combina tradición, naturaleza y patrimonio.

Uno de los espacios más emblemáticos del Belén Viviente de Galaroza es, sin duda, el portal instalado en la Ermita de Santa Brígida, una joya arquitectónica del siglo XIV construida tras la reconquista cristiana. Esta escena, poco habitual en los belenes vivientes, se ha convertido en una de las señas de identidad del evento y en uno de los momentos más fotografiados por quienes lo visitan.

Organizado por la Asociación Belén Viviente de Galaroza, con la implicación directa del pueblo y la colaboración del Ayuntamiento, el nacimiento lleva abierto desde el 6 de diciembre, y todavía podrá ser visitado los fines de semana del 20 y 21, y 27 y 28 de diciembre, en un horario de 18:30 a 20:30 horas.