Fue un antiguo convento y ahora es un moderno alojamiento con piscina en el corazón del Andévalo

Imagina despertar en un antiguo convento, donde las paredes cuentan historias de siglos pasados, y salir a una terraza desde donde este pueblo andevaleño se despliega en calma y belleza: Un alojamiento que combina memoria, carácter y confort moderno

Eso es lo que ofrece Convento Hermana Esther, en Alosno, corazón del Andévalo, una preciosa posada que te atrapará y donde podrás desconectar de verdad. Un antiguo convento con historia, pero al mismo tiempo todo es cómodo y moderno. No es el típico alojamiento “perfecto” y frío: tiene personalidad y calma, además del exquisito trato de su personal.

Las habitaciones son amplias, luminosas y muy acogedoras. Todas tienen baño privado, ducha y secador, TV, aire acondicionado, escritorio, ropa de cama y toallas, y algunas hasta terraza privada, ideal para sentarte con un café por la mañana y ver cómo se despierta el pueblo. Esos pequeños detalles hacen que la estancia se sienta especial.

El convento no es solo un lugar donde dormir. Puedes refrescarte en su apetecible piscina, pasarte la tarde en el salón común, leer, charlar o simplemente escuchar el silencio. También hay cocina compartida para preparar algo rápido, y wifi gratuito para quien no pueda resistirse a compartir su estancia en Instagram o Tik Tok.

Está en un sitio perfecto: tranquilo, pero a un paseo del centro. Desde aquí puedes perderte por calles llenas de historia de Alosno, donde nació el Fandango de Huelva, o adentrarte en la naturaleza cercana.