Joselito cierra el círculo a su calvario: de estar un año y medio sin jugar a ser un ídolo en Perugia

José Antonio Gómez Márquez, conocido futbolísticamente como Joselito, ha vuelto a sentirse futbolista. El onubense regresó el pasado mes de febrero a los terrenos de juego después de estar un año y medio sin disputar un minuto en partido oficial, víctima de una auténtica pesadilla en su anterior club, el Hellas Verona italiano, en un sonado caso en el que tuvo que llegar a intervenir la FIFA.

El jugador formado en la cantera del Recreativo de Huelva ha tenido que esperar más de 500 días para poder disfrutar de su profesión, pasando por chantajes, extorsiones y un trato discriminatorio que se extendió durante cuatro años y de forma continuada durante los últimos dos.

Fue en el pasado mercado de invierno cuando el calvario llegó a su fin. Denuncias de por medio en una situación desagradable, Joselito quedó libre para firmar por otro club. Y ahí fue cuando el Perugia apostó por sus servicios. Pese a llevar más de un año sin jugar, la entidad italiana confió en el jugador para su aventura en Serie C, y lo cierto es que, a nivel personal, todo ha ido sobre ruedas.

De la grada fue directo al césped. Y al once titular. Llegó al Perugia en las últimas horas de enero, fue convocado para el partido que disputó su equipo el 1 de febrero y ya el día 7 entró en la alineación para el partido que su equipo perdió en el descuento, disputando 61 minutos y viendo una tarjeta amarilla.

A partir de ahí, Joselito se convirtió en un indiscutible para su entrenador, participando en los últimos 13 partidos de liga y repartiendo dos asistencias, una en la victoria por 3-0 ante el Pineto y otra en el empate ante el Sestri Levante, además de ser incluido en el once de la semana. La mejoría del Perugia coincidió con la llegada del onubense, que volvió a demostrar porqué los grandes clubes de Europa se fijaron en él con apenas 18 años.

Ahora, a sus 21, se ha convertido en un auténtico ídolo en la ciudad de la región de Umbría, ganándose el derecho a ser la cara visible de campañas publicitarias e incluso siendo el futbolista que más camisetas ha vendido este año pese a llegar en el mercado invernal. Un final feliz a una historia de terror que se inició en Verona y que, afortunadamente, queda atrás para que el centrocampista logre por fin alzar el vuelo de una carrera que sigue siendo muy prometedora.