Carolina Marín se despide de unas "idílicas" vacaciones en Huelva y anuncia el regreso a la pista: "Empieza lo bueno"

Que su tierra natal, Huelva, es "la cura para todos males" de Carolina Marín es todo un secreto a voces. Desde la última lesión que la obligó a mantenerse alejada de la pista de juego por un tiempo, la volantista no solo se ha refugiado en la ciudad que la vio nacer, sino que se ha encargado de pregonar con orgullo el amor que siente por ella.

Lo ha dejado patente en diversos actos públicos en la ciudad, como el pasado año cuando la ciudadanía onubense la recibía con los brazos abiertos a las puertas del Ayuntamiento. También manifestaba el cariño a su tierra durante la inauguración de un mural en su honor en el Palacio de Deportes que lleva su nombre, así como durante el acto de investidura como doctora honoris causa por la Universidad de Huelva en mayo.

Son muchos los momentos que la campeona olímpica de Bádminton ha vivido en su casa y que ha querido compartir con su amplia comunidad de seguidores en redes sociales. Desde paseos por la playa, escapadas a rincones emblemáticos como la ermita del Rocío, reuniones familiares y salidas con amigos hasta el concierto de su querido amigo Manuel Carrasco en Isla Cristina. A Marín se la podido ver estos meses empaparse de "Huelvanía" con los cinco sentidos.

Ahora, tras la desconexión y el descanso, por fin anuncia el regreso al terreno de juego y se despide, con cierta añoranza, del lugar que le ha servido para recompenerse tras cada golpe. "Volver a casa siempre es la mejor solución para todo. Al menos para mí. Lo fue el año pasado cuando peor estaba y lo ha sido también en cada momento de este año", ha confesado en su perfil de Instagram.

"El verano se acaba y ha llegado a su punto final en Huelva. Como debe ser. Rodeada de los míos, comiendo mejor que en ningún sitio y con el corazón a reventar de alegría. Volvemos a Madrid y a la pista… Empieza lo bueno", ha anunciado.