Miles de personas, entre vecinos, amigos y representantes del mundo del fútbol, dieron ayer el último adiós en Valverde del Camino a Javier Herrezuelo Arroyo Guti, el futbolista de 23 años de la Olímpica Valverdeña que falleció el pasado domingo mientras disputaba el partido con el Arcos.

Los restos mortales del joven jugador salieron del tanatorio comarcal de Valverde donde estaba instalada la capilla ardiente desde el lunes. El club le impuso la insignia de oro de la Olímpica antes de partir el féretro a hombros de sus compañeros de equipo para hacer una parada en el terreno de juego donde tantas tardes de fútbol tuvo antes de perder la vida el domingo. Allí, a modo de homenaje, se depositó un ramo de flores justo en el lugar en el que ocurrió.

Posteriormente, los restos mortales de Guti hicieron otra parada en la casa de la Hermandad del Rocío de Valverde del Camino, de la que era integrante, y ante cuyo simpecado hizo una última parada el féretro.

La comitiva se dirigió luego hasta la Iglesia de Nuestra Señora del Reposo, donde se ofreció una misa por el alma de Javier Herrezuelo y, desde allí, al cementerio, donde sus restos mortales recibieron sepultura.

En el entierro, además de sus compañeros de filas y jugadores del fútbol provincial, estuvieron presentes representantes de equipos andaluces de la Primera División, como Paco Chaparro, y Carmelo del Pozo, entrenador y preparador físico, respectivamente, del Betis, equipo del que el joven era aficionado y componente de la peña heliopolitana local, además de representantes del Recreativo de Huelva, como los secretarios técnicos Antonio Segovia y Óscar Arias, y el coordinador de la cantera, Raúl Molina.

Igualmente, directivos del Algeciras, equipo al que se debía enfrentar en la próxima jornada la Olímpica, estuvieron también presentes en el sepelio, además del presidente de la Federación Onubense, Félix Pérez, entre otros.