Los incidentes registrados el domingo en el encuentro Guadalcacín-Bollullos, del grupo 1 de División de Honor, tienen un nuevo capítulo en el acta del colegiado Rafael Varea Torralva, que ha reflejado invasión de campo, insultos, agresiones, nueve expulsados (5 de ellos del conjunto onubense)...

El partido finalizó con victoria del conjunto onubense por 0-1 con un gol en el tiempo añadido y justo al acabar se produjeron los altercados, con el colegiado como testigo privilegiado en el mismo césped. El Comité de Competición será ahora el encargado de dictaminar las sanciones correspondientes, tanto a nivel deportivo como económico.

El colegiado malagueño detalla cómo hasta nueve jugadores de ambos conjuntos participaron en la trifulca, además de los delegados de ambos equipos y el segundo entrenador del 'Guada'. Igualmente, describe que hubo amenazas, insultos y agresiones por parte de todos, así como por un grupo de aficionados que saltó al terreno de juego y participó en la pelea.

El árbitro, en el apartado de otras incidencias, puntualiza cómo empezó la pelea: "Una vez el encuentro finaliza, tiene lugar una tangana iniciada por los dorsales número 9 del Guadalcacín (Chuliki) y el dorsal número 14 del Bollullos (Iván Bazán), empujándose y encarándose mutuamente, derivando en un enfrentamiento multitudinario formado tanto por miembros de ambos equipos como por un sector de la grada, identificado por sus gritos y vestimentas con el equipo local, pudiendo observar entre estos, con total claridad y nitidez, a los siguientes individuos participando de forma activa".

Por parte del Guadalcacín han sido identificados Chuliki, Fernando, Fran Lobo y Juanca y por parte del Bollullos, Cristian, Iván Bazán, Said, Samu y el veterano Fernando Guisado. El colegiado subraya que todos ellos se agredieron y se insultaron, y que no les expulsó sobre el campo por la difícil y tensa situación que se vivía sobre el terreno de juego.

Dentro del apartado de dirigentes y técnicos, en el capítulo de otras incidencias, detalla la pelea entre los dos delegados, José Villena por parte del conjunto local e Israel Domínguez por parte del cuadro onubense. Relata que Villena agarró del cuello a Domínguez y le golpeó en la cara y éste quedó tendido sobre el césped. Igualmente, afirma que Villena golpeó a varios jugadores del Bollullos y les insultó.

Por otro lado, también se refiere a Juan María Ramos Galera, segundo de Galiano, que quiso mediar, y el árbitro entiende que también participó en la tangana y que "golpeó a varios jugadores usando fuerza excesiva".

En el apartado de público, su descripción de los hechos es contundente. Primero asegura que un grupo de aficionados locales ubicados en la portería más próxima al recinto deportivo le insultó, y que ese mismo grupo accedió minutos después al terreno de juego y participó en la trifulca con empujones, puñetazos y patadas a los jugadores visitantes.

Termina asegurando que no había Fuerzas del Orden en el campo, que se personaron en las instalaciones diez minutos después de la pelea, que el delegado de campo del Guadalcacín no apareció en la escena y que fue el presidente del club el encargado de acompañarles a su vestuario.