Cuando acabe todo lo diremos, nosotros y los que se han mantenido en el perfil bajo. Este equipo estaba diseñado para mucho más. Es posible que le dé tiempo a recomponer, es posible. Pero ha perdido tanto tiempo y lo lamentará, intuimos, porque no es normal que juegue una parte de la temporada de una forma tan excelsa y otras de manera calamitosa. Esa falta de término medio es lo que tiene al Cartaya y sus incondicionales en la locura más absoluta.

Acudía a La Algaba para medirse al cuarto clasificado y el equipo de Tristán todavía está buscando explicaciones a lo que ocurrió. Porque en territorio sevillano compareció un Cartaya sin tregua, sabiendo latín, manejando cuando pudo de forma admirable, hasta desesperar al rival. Apunten estos nombres. Francis Ruiz, Lolo, Pitu y Bocanegra. Con todo el respeto para el resto, estos tipos, aparte de jugar, rompieron el cuenta kilómetros en el afán de hacerle un homenaje a la solidaridad y al compromiso. Bocanegra, al ser el portero, corrió mucho menos. Pero a él hay que apuntar que el equipo se sostuviera con unas paradas imposibles al mismo tiempo que cargadas de enormidad.

El partido arrancó en un calco a la última salida a Pozoblanco, con el Algabeño estirado hasta el punto que llevó a cabo la presión en la frontal del área rojinegra. Lo pasó mal el conjunto de Limón en esos compases, hasta que comenzó a funcionar las conexiones. Hay que apuntar que Fernando Vaz se lesionó a los cinco minutos y debutó Adri Díaz. El chico, falto de ritmo, cumplió con creces hasta que se le agotó el combustible.

Lo pasó mal el conjunto de Limón en esos compases, hasta que comenzó a funcionar las conexiones

Pasado el mal trago, el Cartaya comenzó a despertar y acumuló tres ocasiones seguidas en un minuto. Doble para Pitu y Sebas y a la salida del córner remató solo y alto Adri. Ahí se percató el Algabeño que el Cartaya no iba de turismo ni a cumplir el expediente y eso hizo que el conjunto de Tristán le viese las orejas a la amenaza. Pasada la media hora, Lolo remató al travesaño y a reglón seguido llegó la primera de Bocanegra. El público comenzó a pedirle autógrafos al portero.

Con la primera parte finiquitada y con todo por decidir, la reanudación comenzó tal cual el partido, con los sevillanos amenazantes y dinámicos. Y fue cuando se forjó la leyenda de Francis Ruiz. Él solo se comió a toda la defensa local con manejo perfecto en todo tipo de suertes. Por arriba, por abajo, al quite, de chicuelinas y poniendo banderillas. ¡Vaya partido! Asegurada la retaguardia, la gente de arriba no quiso ser menos y a los 64 de partido llegó el primero obra de Pitu, tras nacer la jugada en la cueva con pase último de Sebas. El del Rompido remató a la escuadra. Está en racha y además tiene oxígeno para regalarle a unos cuantos. Impresionante.

Tristán comenzó a meter gente de refresco y el Cartaya sonreía, a pesar de que ellos reclamaron dos penaltis y rondaban el portal de Bocanegra. El portero nunca se dejó seducir. Y llegó el 77 de partido, momento en el que el Cartaya le hizo un homenaje al contragolpe. Lolo, que jugó de Dios porque estuvo en todas partes, la puso para Pitu en el costado, en uno de esos pases que llevan una dedicatoria y éste la pasó a Sebas, que remató a la red, después de desconectar la jugada todos los circuitos del conjunto de Diego Tristán. De ahí al final pudo llegar la sentencia pero el Cartaya se lo tomó con calma. Manejó el intento de golpe de estado del Algabeño y le echó hielo a la calurosa mañana como sólo hacen los equipos con mil batallas vividas.

FICHA TÉCNICA:

Atlético Algabeño: Kisko, Cáceres, Mimi (Matias), Navarro, Baena (Guisado), Pino, Dani Casado, Diego López, Corriente (Sergio), Pipi (Óscar) y Jorge (Rubén).

Cartaya: Bocanegra, Aitor, Quino, Franci Ruiz, Novoa, Pitu (Isaac), Mario, Fernando Vaz (Adri Díaz), Sebas (Guille), Lolo y Dani Pérez (Canito).

Goles: 0-1 (64’) Pitu. 0-2 (77’) Sebas.

Árbitro: Caballero Caballero (Cádiz).

Incidencias: Municipal de la Algaba. Unos 400 espectadores.