Carolina Marín ha dejado atrás su lesión y ha vuelto con fuerza al circuito internacional. "Deportivamente me encuentro muy bien, acabo de volver de India y tengo ahora unos días de descanso, porque la semana que viene compito en Italia y luego pasaré unas tres semanas entrenando en Sierra Nevada para preparar los torneos de enero, intentando coger el mayor número de puntos posibles para ser cabeza de serie en los Juegos Olímpicos de Tokio, que es el principal objetivo". "Ahora lo importante es disfrutar de este momento, de toda mi gente, de  mi colegio, que hace muchísimos años que no lo pisaba y os podéis imaginar toda la ilusión que me ha hecho", añade

Casi tres meses después de regresar tras su lesión el balance es muy positivo."Ninguno de los miembros del equipo nos esperábamos mi regreso tan rápido y sobre todo a tan alto nivel, pero durante esos siete meses y medio de lesión hemos trabajado muy duro para recuperar todas las sensaciones que estaba teniendo antes de lesionarme. Lo más importante es seguir mejorando, seguir creciendo y entrenando para preparar los torneos".

Sus opciones de ser cabeza de serie en Tokio no son muchas. "Está muy complicado, sobre todo porque aparte de la lesión me tuve que retirar hace tres semanas del Open de China por una enfermedad y sí que he perdido bastantes puntos, pero nada es imposible. Está complicado pero todo el equipo y yo vamos a dar el máximo por salir como cabezas de serie".

Carolina mira atentamente una foto suya cuando tenía 11 años.

La onubense acudió junto a José María Arrabal, secretario general del Deporte, de la consejería de Educación y Deporte de la Junta, para dar a conocer el Programa Mentor 10, que tiene como objetivo fomentar los valores del deporte y los hábitos de vida saludable entre deportistas y alumnos. La cita tuvo como escenario el Colegio Diocesano Sagrado Corazón de Jesús, del que fue alumna la campeona onubense. Carolina no pudo evitar las lágrimas en una jornada cargada de emoción en la que volvieron a su mente los recuerdos de su infancia y adolescencia.

A Carolina se le saltaron las lágrimas recordando su paso por el Colegio Diocesano

"Me he emocionado solamente con la entrada al Colegio. Son recuerdos muy bonitos, aquí es donde yo he crecido, es mi barrio, mi gente, donde me he criado... aparte de todas la medallas, trofeos, todo lo que he llegado a ser a día de hoy, no sería lo mismo sin cada una de estas cuatro paredes, de esta gente, los profesores, alumnos y mis compañeros de antes, sería imposible. Para mi esto es algo muy emocionante y muy emotivo", manifestó mientras se le saltaban las lágrimas.

En el acto habló con los alumnos sobre sus vivencias, "que me conozcan un poquito más, aunque creo que ya me conocen bastante", comenta con buen humor. "Darles un poco de mi vida. Explicarles lo que significa el esfuerzo y otros valores que me ha dado el deporte".

Carolina llegó feliz tras haber ganado el domingo el Syed Modi Internacional en India, el segundo torneo que conquista tras su reaparición en septiembre tras superar su grave lesión. El primero fue el Open de China.