Tiene el fútbol de curioso lo mismo que la propia vida. Bollullos y Ayamonte se vieron obligados a confinarse justo cuando ambos tenían que verse las caras en la lucha por el liderato en la fase regular del campeonato doméstico. En aquel momento los del Condado comandaban la tabla con dos puntos más que los fronterizos, a los que tenían que rendir visita, lo que le otorga cierta ventaja mañana, ya que a los de Kuiki les basta con empatar para ser conjunto de División de Honor.

Llegan los blanquiazules a la final tras haber derrotado al Cerreño en las semifinales (1-0). Un penalti, acompañado con la expulsión de Juanma Barba, colocó en posición inmejorable al Bollullos ante un Cerreño batallador, pero al que no le dio la gasolina para apear a la superproducción bollullera. El peaje a pagar fue la lesión del central Antonio José, que no pudo regresar del tiempo de descanso y que es la gran incógnita para el encuentro de esta tarde. En las semifinales tampoco estuvieron Chivata y Nacho.

El Ayamonte se topó de frente con un Camping La Bota que no se guardó nada. De hecho, los ayamontinos tuvieron que tirar de acierto en las dos áreas para estar en la final. Canito y Dani Gómez consiguieron voltear un partido que el otro Canito, el de Gibraleón y del Camping, puso patas arriba en el tramo inicial del primer tiempo.

Tampoco le salió barato el pase a los hombres de Juan Palma, que tuvieron que jugar buena parte del partido sin su timón Marcos, que sufrió un importante golpe. El técnico ayamontino, además, no pudo disponer ante el Camping de jugadores importantes como Iván Gonçalves, Pascual o Sergio, mientras que Casiano forzó para ser de la partida, pero el goleador del equipo de la Puerta de España mostró claros síntomas de no estar en su mejor versión.

El partido será una partida de ajedrez entre un Bollullos que ha apostado fuerte esta temporada en lo ecónomico para volver al escenario regional y un Ayamonte que ha retocado un proyecto continuista con el inequívoco sello de su técnico, Juan Palma.

Al Bollullos le valen dos de los tres resultados finales, ganar o empatar, mientras que el Ayamonte solo podrá festejar su ascenso si consigue la victoria. Ambos conjuntos son referentes del fútbol provincial y, pase lo que pase al término de los noventa minutos, lo que está claro es que ambos equipos han acumulado méritos para volver a una categoría que les dejaría algo más cerca de lo que, por tradición, merecen.