Provincia

Vecinos se concentran ante la casa del acusado de matar a Ramón Cuaresma

  • Anuncian nuevas movilizaciones hasta que no se marche

Un grupo de vecinos de Calañas volvió ayer a concentrarse a las puertas de la casa donde vive el acusado de matar al joven Ramón Cuaresma, Domingo J. F.S., de 31 años, para exigir su marcha de la localidad.

Aunque se cree que el detenido y puesto en libertad bajo fianza de 6.000 euros podría haberse trasladado provisionalmente a la Sierra onubense, vecinos de Calañas aseguran que continuarán concentrándose cada día ante la casa donde vive en compañía de sus padres, mujer e hijo, en la calle Odiel de la localidad.

"Hasta que no se confirme que se marcha de aquí no vamos a parar", aseguran algunos vecinos.

Según explicaron a esta Redacción algunos calañeses, ayer fueron vistos los padres del acusado recogiendo enseres del inmueble, tras lo que tuvieron que salir de Calañas escoltados por una dotación de la Guardia Civil.

Una vecina de la localidad, de nombre Dolores, anunció que la población "no estará tranquila hasta que este criminal se vaya despueblo, no lo queremos aquí, no nos creemos lo que dice el juez y no entendemos por qué tiene que estar libre después de haber matado a un inocente".

Por ello, anunció que cada día habrá nuevas concentraciones a las puertas de su vivienda con el fin de pedir que "se vaya de una vez y para siempre".

Por su lado, el alcalde calañés, Fernando Recio (PSOE), ha hecho un llamamiento a la calma de la población, a la que ha señalado que deben ser los cauces legales, en este caso los tribunales, y no las medidas de presión las que logren que se haga justicia en este caso. Recio espera que desde el juzgado de Valverde que lleva el caso se dicte una orden de alejamiento del acusado en prevención de posibles incidentes dada la crispación social existente en la población.

Esta concentración llega después de que un millar de ciudadanos se concentrasen el pasado sábado a las puertas del Ayuntamiento para exigir la marcha de este individuo después de que un juzgado lo pusiera en libertad debido a que no existen indicios que confirmen que se produjo un homicidio en la muerte de Ramón Cuaresma. Al mismo tiempo, se cree que la muerte del joven, discapacitado físico y psíquico de 31 años de edad, haya podido deberse un suicidio. Sin embargo, "esto no se lo cree nadie", añaden algunos vecinos.

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