El mercado del Carmen

No nos engañemos, arrasar la historia es la versión de una parte de onubenses de lo que es evolucionar

Este fin de semana Huelva, fiel a sus tradiciones, rinde tributo a su Patrón, San Sebastián, con un variado programa. La fiesta ha ido evolucionando ajustándose al ritmo marcado por la sociedad onubense, agradecida a su Ayuntamiento por el respeto mostrado hacia la historia y tradiciones de la ciudad. Y es que el mayor valor a proteger por cualquier comunidad humana es su historia, como cimiento que sostiene a su identidad. Porque reconocer esta identidad es la base para aceptar y amar a Huelva. Lo lamentable es llegar a pensar que querer a la ciudad implica no reconocer sus carencias. Si a lo largo de la historia de Huelva no se hubiesen reconocido sus errores, no se hubiese conseguido la Huelva de la que ahora presumimos. Si no se admitiese la crítica o no se aceptase como constructiva, nos quedaríamos sin futuro. La evolución social va demasiado rápido para que la ciudad no se mueva a su ritmo.

Dentro de los actos programados estos días, merece la pena destacar el celebrado el viernes en el Mercado del Carmen, que se impregnó con los sones de la Banda Municipal mientras Cruz, alcalde de la ciudad, y Carrascal, presidente de la Asociación de Detallistas, inauguraban un monolito allí mismo. Los habituales del mercado recibían bolsas con el lema Que sea de Huelva y se les veía tan felices, que dudo seriamente que todos fueran conscientes de lo que allí se homenajeaba. Porque el motivo de la celebración era el 150 aniversario del antiguo Mercado del Carmen; es decir, se organizó una fiesta para recordar a todos que Huelva poseía un mercado de 1868 (el año de la Revolución Gloriosa que destronó a Isabel II), y uno de los más antiguos de España. El anterior equipo municipal decidió no reformarlo, no modernizarlo, no… Decidió demolerlo. Lo más grave fue consolar (¿engañar?) a la población prometiéndole una maravillosa plaza porticada en su lugar. No nos engañemos, destruir lo viejo, arrasar la historia, es la versión de una parte de onubenses de lo que es evolucionar.

Hoy disfrutamos de un maravilloso mercado, pero seamos realistas, es otro, distinto y singular, nacido en 2010. ¿Para qué engañarnos? Claro que 150 años después, el antiguo Mercado del Carmen merece un homenaje, pero a título póstumo. Ocurre que habrá dado vergüenza organizarlo en el lugar que ocupó, rodeado de ruinas (por mucho que las pinten) y sin espacio físico para que los músicos toquen Mi Huelva tiene una ría entre tanto coche y tanto gorrilla.

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