En un mes, el verano se habrá ido. Toca ahora disfrutarlo en este agosto de sol, de vaivenes políticos (de los que no queremos acordarnos) y de fiestas patronales en multitud de pueblos, que desprendiéndose de la rutina diaria, quieren vivir intensamente la Fiesta del Verano.

Festividad litúrgica de la Ascensión, Día de la Virgen de Agosto en ese lenguaje popular y alegre de una tradición que llevamos en la sangre.

Es en el eje central de Agosto, nada más y nada menos, cuando en las playas de la provincia remansan olas de amor a la Virgen, que pone broche de oro al verano lleno de luminosidad, recreo y descanso. Punta Umbría, la playa de la capital, que hoy comparte título con la del espigón, está a tope de público. Y en esta fiesta que cada año nos llega en la coronación del estío, la procesión marinera nos volverá a traer el recuerdo de estampas inolvidables, así como de personas que a través de los años fueron haciendo grande la historia de esta playa y nos dejaron el cariño a esta tradición tan nuestra y querida.

Hace casi un siglo, cuando Punta Umbría estaba poniendo los pilares de lo que es hoy, la sencillez de la procesión tenía un matiz familiar, entrañable. Delante de la casa de Don Alejandro Canos, venerable sacerdote pionero en el verano puntaumbrieño, se preparaba la barca que en la ría aguardaba este único momento imborrable de la procesión.

En el Casino, el marido de Rosario, inolvidable mujer en la historia local, por su temperamento, generosidad y actitud empresarial, preparaba las palmas que iban adornar la embarcación.

Cuando llegaba el momento, un pequeño grupo de pescadores, veraneantes de la Río Tinto Company con sus vestimentas veraniegas, y los onubenses que aquí residían, despedían a la Virgen, que en una pequeña imagen paseaba por las tranquilas aguas de ría, bajo la emoción y gozo de los presentes.

Todos estos recuerdos con fotos, muchas de ellas sacadas en mi niñez, fueron testigos en los libros que llevo escritos sobre Punta Umbría. Ellos ponen de relieve para la historia el nacimiento y desarrollo de este lugar privilegiado de la naturaleza y a veces tan olvidado de la mano del hombre.

La gran Fiesta del Verano es sin duda el 15 de Agosto, y toda la costa onubense exalta la devoción a la Virgen en su ascensión gloriosa a los cielos, y en nuestro caso, bajo la advocación del Carmen, la Patrona mira a un pueblo que sigue adelante, creciendo entre mareas de trabajos e ilusiones que le hacen ser una de las playas más bellas de Huelva. Punta Umbría es novia del mar, y los que la llevamos en el corazón desde que era dunas de arenas hasta las perspectivas de hoy, comprendemos como nadie el amor de un pueblo marinero y turístico que sigue honrando una devoción que es sin duda el patrimonio más bello de su alma.

Por la ría, nuevamente navegando la eterna devoción a la imagen que es Patrona de un pueblo con alma de mar: la Virgen del Carmen.

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