Todo en la vida va y viene. Los ciclos solares, los de la luna, las mareas…y los cambios políticos. Nos encontramos inmersos en uno de esos cambios de colores políticos que, como en una noria sin fin, se suceden cada cierto tiempo en que los ambientes ideológicos dan paso a otros distintos. Unas veces ganan unos y otras los contrario, lo que quiere decir que nunca se está conforme con las decisiones a largo plazo, con el consabido sufrimiento para los ciudadanos que son los que pagan todas las facturas.

Huelva en pleno verano, ¡que calor !, se encuentra tras las últimas elecciones con distintas entidades administrativas del mismo color, desde hacía muchos años, décadas.

Ayuntamiento y Diputación han pasado de un bando a otro. Caras nuevas, mandato nuevo, deseos y esperanzas nuevas también. Las dos sedes institucionales en la misma calle, muy cerca una de otra, se vuelven a dar la mano. Es otra Huelva que renace, dicen unos. Es una Huelva ya en marcha, testimonian otros.

Para nosotros, los de a pié, sigue siendo una Huelva a la espera de muchas promesas, ilusiones y olvidos de antaño.. Pero siempre en el deseo de que no seamos vagón de cola en la vida nacional, que no se olviden de que estamos en el mapa, de que Huelva tiene muchos valores escondidos y a veces perdidos de forma incomprensible.

Pero la ola de calor, la primera del verano 2023, nos ha regalado un aire fresco, juvenil y lleno de nuevas esperanzas. En el Ayuntamiento, Pilar Miranda, una alcaldesa, maravillosa mujer, experimentada, onubense de raíz y trabajo, y una persona ejemplar en muchos conceptos, afable y amiga, con una estela familiar querida de todos que nunca olvidaremos. Su nombre es premonición de fortaleza y baluarte espiritual de lo muy español. Recuerdo a otra alcaldesa, inolvidable para todos que se llamaba igual y que dejó, a la orilla del rio Tinto, un recuerdo eterno para la gloria de su pueblo. El nombre marca a las personas. Huelva tiene suerte. Después de un buen alcalde, le llega una buena alcaldesa, la primera en nuestra historia municipal. Confiamos todo en ella. Huelva tiene suerte.

A pocos metros de las Casas consistoriales otro edificio renueva su mandos rectores. La Diputación, el Ayuntamiento de todos los Ayuntamientos de la provincia, como en realidad es, se muestra como un ente que muchas veces hablaron de su desaparición pero que sigue demostrando desde su creación secular que son necesarios. Trabajé en esa Casa años de ilusión en una fundación cultural que aportó beneficios enormes a la provincia y a sus archivos, por lo que hablo con algún conocimiento. Y ahora llega a la diputación un nuevo Presidente, David Toscano, experimentado, serio en su saber mandar, prudente, trabajador, bien ensayado en la política de ahora y conocedor de las realidades de los pueblos del entorno onubense. También tenemos mucha suerte para confiarle un mandato siempre difícil, pero lleno de satisfacciones para el caminar de la provincia. Su nombre tiene ecos y promesas bíblicas de victoria, de no temer a lo gigante, de valorar las situaciones y vencer, como ya ha demostrado en sus etapas políticas anteriores.

¡Qué mes y tiempo de sorpresas llevamos¡. Para el calor, un abanico, para el futuro esperado, nuevos rectores. Huelva camina.

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