Muy cinematográficamente vamos a cerrar el plano en oscuro y a poner el fin de la película de este 2017 que se nos va lleno de novedades hasta el último momento.

Si se me pidiera una calificación para este año que está a punto de terminar, elegiría la de histórico-musical.

2017 nos ha hecho evocar el 525 Aniversario del Descubrimiento de América con numerosos actos de diversas instituciones, sin olvidar el acto cumbre de la Real Sociedad Colombina en La Rábida, el pasado 3 de Agosto.

Huelva no olvida su pasado histórico y lo pone de relieve en cuantas ocasiones se dan para ello. Este año lo ha demostrado en distinta facetas y la obligación onubense de recordar algo tan grande como fue nuestra gesta de hace más de medio siglo se cumplió con la mejor voluntad.

Sin embargo a esto debe añadirse una melodía de fondo, con carácter musical expresivo y bien desarrollado. Ha sido un año de muchos conciertos musicales. Ya era hora de que Huelva despertase a los sones de nuestras bandas sinfónicas, orquestas y grupos musicales.

Los conciertos de la Sinfónica Municipal de Huelva, espléndidos, bajo la dirección y la tutela entregada de Francisco Navarro, creador de una escuela de alto prestigio. La firma de la música del maestro Navarro estuvo presente en el Concierto de Navidad para despedir un año y recibir a otro. De otro lado la tenaz labor, con un trabajo increíble por la música, las representaciones artísticas y la puesta en escena de musicales, de ese gran profesor que es Carmelo Vicente Ballester, tuvo su remate final en un Belén Musical maravilloso con su Orfeón y Escolanía de Huelva, donde la narración y dirección de escena se unieron de forma impecable con la actuación de la Banda de Música Onubense, donde la recopilación musical de Vicente Ballester con su adaptación correspondiente en colaboración nuestro recordado y siempre admirado Vicente Sanchís, fue un prodigio de aciertos para deleitarnos en esta despedida del año.

El año se nos acaba. Momentos para hacer balances de conciencias y de obras y de ponernos en marcha para continuar, con solidaridad y amor, nuestra ayuda a los demás, a los más necesitados.

Existe una tradición popular que dice que la noche del día 30 las brujas sobrevuelan en la oscuridad arrastrando todo el mal del ambiente. Que así sea. Y que 2018 nos depare franciscanamente un año de paz y de bien.

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