Cada mes de Agosto llega y pasa por tres grandes arcos luminosos de celebraciones que llevamos en el corazón. Agosto entra en Huelva con aires colombinos. Son sus fiestas mayores, y en las noches junto a la Ría del Odiel se desbordan los sentimientos históricos y la alegría onubense.

Este año, los fuegos artificiales han sorprendido a todos con su belleza y duración, no había tiempo para más, pero ya Nacho Molina, acertadamente, ha presagiado todavía mejores y más brillantes para el año próximo.

Las Colombinas marcan en mis recuerdos muchas horas de historia y de amigos que hicimos tantos años las celebraciones rabideñas. En esta ocasión tuve la suerte de vivir antes de que mi músculo cardiaco me diera un aviso, la solemnidad de la misa en el convento franciscano, y en ella extasiarme con la actuación de la Orquesta Colombina, que junto a su Coral, interpretó la Misa de Pío X de una forma perfecta. Esta querida y juvenil Orquesta onubense se va imponiendo en estas fechas del 3 de Agosto, y en tantas otras del calendario de la capital y de la provincia.

La segunda puerta monumental de Agosto salta a la procesión marinera de la Virgen del Carmen, en Punta Umbría. No concebimos el cenit del verano sin ver a la imagen carmelitana navegando por la ría, abrazando las dos orillas: la de los pinares y el pueblo, y la solitaria y marismeña Isla de Saltés.

Muchos dicen que es en esta fiesta de la Asunción, cuando el verano, en su cúspide, toca a su fin. Siempre he creído que aunque se inicie la cuesta abajo del estío, el verano onubense es largo y luminoso en tardes donde la puesta de sol es un milagro a la contemplación y a la belleza.

Mi tercer portal de Agosto llega de forma sencilla. Color azul y blanco. Con sones de campanilleros y con vivas, a una imagen chiquita que es pasión y reina de nuestra devoción.

Los finales de Agosto ya tienen aires cinteros. Un eco de salve marinera flota en la brisa, que desde el Odiel llega y sube hasta el Conquero.

La procesión popular que rodea a la Virgen de la Cinta camino de la Capital, siempre es un éxtasis de todo un pueblo que sabe expresar con sencillez profundos sentimiento fuertemente arraigados. Este año la Virgen, excepcionalmente, pasará por la Gran Vía, rindiendo homenaje a su Ayuntamiento, y a continuación, por la Diputación Provincial, para recordar a los onubenses, que ahora se cumplen 100 años de que esta institución fuese nombrada Hermano Mayor Honorario de la Hermandad.

Las últimas visitas de Pilar Miranda y David Toscano al Santuario ponen de relieve el fuerte vínculo que ambas autoridades tienen con nuestra Patrona. No cabe duda de que nuestro verano está lleno de hechos, circunstancias y recuerdos que hacen grande la vida de una población, que desde antaño, ha echado sus velas al viento para seguir sobre las aguas de la ilusión, la esperanza y el trabajo, en busca de un puerto seguro que en lo más alto de los cabezos urbanos mantiene la luz de ese faro luminoso y eterno que nuestra celestial Patrona ata en su cinta de amor.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios