El traqueteo de una máquina de tren vuelve a sonar en el trazado del ferrocarril que une Tharsis con San Bartolomé de la Torre. Subidos en un vehículo de asistencia rápida, un troly, partimos desde la estación tharsileña para completar un trayecto que no se realizaba desde hacía una década cuando en diciembre de 1999 un convoy del ferrocarril minero partió por última vez desde aquí para morir definitivamente en Corrales.

Desde entonces, la Entidad Local Autónoma de Tharsis, perteneciente a Alosno, trabaja para poner en marcha un proyecto turístico que engloba el recorrido del tren, la oferta de alojamientos y las visitas a su museo y las espectaculares cortas mineras. Pero la ayuda y el apoyo escasean y la desilusión empieza a hacer mella entre los impulsores del proyecto: el alcalde de Tharsis, Lorenzo Gómez, (PSOE) y sus concejales.

El vehículo está preparado y su conductor lo pone en marcha arrancando el motor de dos caballos con que cuenta el troly. La vía del tren está tomada por la maleza que ha crecido descontrolada, varios caminos de tierra cruzan las vías de tren e incluso en uno de esos caminos es necesaria una grúa para elevar el troly y poder salvar el medio metro de altura que entierra la vía.

Con el agradable traqueteo el camino de hierro ofrece bellos paisajes andevaleños con estampas como el Cortijo La Nava, el río Meca que acompaña el trazado durante varios kilómetros, los puentes Meca o Murta con 12 y 25 metros de altura. Pero además, el camino de hierro se muestra vivo por quienes ahora lo ocupan como las águilas, ciervos o conejos que se cruzan incrédulos al percatarse de la aproximación del tan ruidoso aparato locomotor. Las perdices levantan el vuelo y los rebaños de ovejas miran atónitos el acontecimiento. En algo menos de dos horas hemos recorrido los términos municipales de Tharsis, Alosno, y San Bartolomé de la Torre.

Todo este trazado, los 22 kilómetros de vías que separan Tharsis de San Bartolomé y desde ahí hasta Corrales, es propiedad de la Entidad Local Autónoma de Tharsis. En la primera parte, el Ayuntamiento tharsileño pretende poner en marcha un ferrocarril turístico que permita dar a conocer el patrimonio industrial y ferroviario con que cuenta la localidad. Y con la segunda, una gran vía verde que una la Costa de Huelva con la comarca del Andévalo.

Pese a la suavidad del trayecto y a lo espectacular de su paisaje, la flora y la fauna que lo acompaña, desde que se puso en marcha el proyecto impulsado por Tharsis han tenido que sortear todo tipo de obstáculos, subir pendientes de comisiones liquidadoras o sufrir la soledad en el vagón de las administraciones. Sin esa ayuda -la de administraciones como la Junta de Andalucía-, la Corporación Municipal de Tharsis ha ido trazando el camino para poner en marcha un proyecto de tal envergadura.

Pasos lentos, a veces, ralentizados. Sin contar con la compra del trazado, que se hizo en su momento a la comisión liquidadora de la antigua Compañía, se han hecho dos inversiones importantes, según Lorenzo Gómez, alcalde de la Entidad Local: un kilómetro y medio de la zona del Empalme se ha reconstruido por completo ya que estaba destruido y ha supuesto un coste de unos 110.000 euros en mano de obra ya que los materiales se han reutilizado. Por otra parte, se ha actuado sobre unos dos kilómetros llegando a la estación de San Bartolomé y se ha creado un doble carril para poder facilitar el cambio de sentido al futuro tren turístico. Esta segunda actuación ha supuesto un desembolso de 90.000 euros. Esta inversión de 200.000 euros, realizada íntegramente por el Ayuntamiento de Tharsis, ha contado con la colaboración de la empresa Demoliciones Quintero para el desmantelamiento de todo el trazado y el acondicionamiento -alisado- del otro trazado susceptible de convertirse en una vía verde entre San Bartolomé de la Torre y Corrales.

El proyecto también necesita de máquinas y bateas para los pasajeros.

Por un lado, el Ayuntamiento tiene casi cerrado el acuerdo con una empresa para la reconstrucción de los vagones para el transporte de pasajeros, concretamente dos con capacidad para treinta personas cada uno. El otro, la máquina a utilizar para tirar de esos vagones.

Lorenzo Gómez afirma que "tenemos dudas, ya que no sabemos si utilizar una máquina Aston o un tractor Ruston. Es ahí donde estamos manteniendo conversaciones con el fin de acertar en la elección".

El horizonte de finales de 2010 es el deseado por el consistorio tharsileño para poner en marcha este proyecto turístico que pondrá en valor todo el patrimonio industrial y ferroviario de una de las minas más importantes de la provincia de Huelva.

Aunque Gómez no ha cuantificado la cantidad económica para terminar todo el proceso, sí ha descrito la hoja de ruta a seguir ya que "nos decantamos por consolidar el trazado para repasarlo de forma definitiva ya que hemos hecho una parte pero todavía necesitamos completar este trabajo con el fin de hacerlo más seguro. En segundo lugar, si no se pueden hacer las dos cosas a la vez, apostaríamos por terminar los alojamientos que tenemos en proceso".