Cortelazor la Real acogió ayer la segunda concentración de senderistas, que logró reunir a algo más de 300 participantes y duplicar así la actual población de este pueblo en pleno corazón del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche.

Pasadas las ocho de la mañana empezaron a llegar inscritos a la céntrica Plaza de Andalucía, donde la organización, compuesta por miembros de la asociación local Zorropie y el Ayuntamiento, lo tenían todo preparado. A cada participante le dieron un ticket para el almuerzo, compuesto por caldereta y picadillo, que se sirvió en el gimnasio municipal. Precisamente allí, a la entrada del pueblo, miembros de la organización sugirieron a los participantes que aparcaran sus vehículos para luego no tener que bajar al pueblo. Incluso llegaron algunos autobuses.

A su vez, en Zorropie regalaron un pañuelo de color amarillo conmemorativo del evento. Incluso el ticket sirvió para optar al sorteo de artículos para la práctica del senderismo que se realizó durante la convivencia en el gimnasio, tras hacer los senderos. En Zorropie también pusieron a la venta camisetas de este colectivo dedicado a agrupar a personas a las que les gusta andar por los caminos serranos y alguno de sus miembros atendieron a los participantes, que aprovecharon los bares de la plaza para desayunar.

Sobre las nueve y media de la mañana los inscritos se dividieron en tres grupos a libre elección, ya que cada uno optó por hacer uno de los tres senderos previstos. El primero era de cuatro kilómetros y de dificultad baja, el segundo de unos ocho kilómetros con dificultad media y el último de catorce kilómetros para los más valientes. La opción menos elegida fue la del sendero más pequeño y tanto el sendero medio como el más largo contaron con un alto número de participantes. Los tres senderos fueron circulares y discurrieron por el término municipal de Cortelazor la Real.

En cada uno de ellos, tanto al principio, final del tramo como entre los senderistas, había miembros de Zorropie para resolver cualquier posible problema, aunque no pasó nada y todo discurrió con normalidad. De hecho el buen ambiente fue la nota predominante. La organización contó con avituallamiento durante el sendero, tanto de agua como piezas de fruta.

Ya de vuelta, cerca del mediodía, todos se dirigieron a la zona alta del pueblo, al polígono, donde se ubica el Gimnasio Municipal. Al igual que por la mañana en la Plaza de Andalucía, abarrotada de público, otra estampa curiosa fue el gimnasio lleno de mesas con los participantes disfrutando de la caldereta y picadillo, más un refrigerio y pieza de fruta, que entraba dentro de la inscripción. Además había un servicio de bar. Desde Zorropie indicaron que la gran mayoría de participantes acudieron por primera vez. Había personas de las provincias de Sevilla, Huelva, Córdoba, Cádiz y sur de Extremadura y, por supuesto, muchos serranos, en singular de Aracena, y bastantes vecinos de Cortelazor la Real, como localidad anfitriona.

Tras la comida, bien avanzada la tarde, la convivencia siguió al ritmo de buena música y, poco a poco, cada uno fue despidiéndose del pueblo prometiendo volver pronto a hacer otros senderos y conocer más el entorno y la zona. En 2017 habrá otra concentración de senderistas, aunque la más inmediata será la primera de Aracena el 13 de noviembre.