José María / Segovia

Un auténtico club onubense

Desde la ría

03 de julio 2014 - 01:00

CUANDO el verano abre sus puertas a las delicias marineras de Huelva, siempre tengo en mi memoria aquellos primeros baños de mi juventud en las aguas del Odiel, junto a un edificio que centraba todas las ambiciones y esperanzas deportivas de los jóvenes de mi generación. Aquel lugar se llamaba el Balneario de la Cinta, que al cabo de algunos años había heredado el compromiso náutico de otro que existió cerca del Muelle de Riotinto con el nombre de Balneario del Odiel, que pasó en los años treinta a ser Escuela de Flechas Navales y que una mañana de los años cuarenta ardió.

El Balneario de la Cinta, junto con la pequeña playa de la Punta del Sebo, fueron el alfa y la omega de los deportes y del ocio veraniego, hasta que se implantó otro club, llamado Náutico, muy cerca de la entonces conocida Segunda Fuente, que hicieron los militares del Granada 34.

Mis vivencias en nuestro club fueron inolvidables. Era el centro de recreo veraniego del pueblo onubense que bajo la custodia de una obra sindical llamada de Educación y Descanso, cubría las mejores expectativas populares de recreo en los meses estivales.

Al cabo de muchos años después, me tocó en suerte dirigir aquella institución, cosa que hice con cariño por mi unión desde la niñez a él.

Al pasar de los años, el Balneario de la Cinta se convirtió en Club Marítimo Sindical y después en Club Marítimo de Huelva, siendo honrado con la concesión, por nuestro monarca Juan Carlos I, del título Real.

La vida hasta nuestros días del club ha sido un ejemplo de actividades marineras de puerto deportivo, de salón de recreos, de restaurantes, de tertulias llenas de amistad y emociones en las conversaciones sobre la pesca por todos los alrededores hasta llegar a la mar.

La modernización del edificio, las comodidades para el atraque de barcos, las competiciones anuales, y finalmente la organización Semana Náutica Internacional, de la que este año se celebra la número cuarenta y dos, hacen del club un auténtico ejemplo de vida consagrada a nuestra ría, a la pasión por la pesca, y al prestigio entre todos los clubes españoles.

Al cumplirse el 25º aniversario de la Semana Náutica, me ofrecísteis la alegría de daros un pregón en el Ayuntamiento de Huelva. Hoy me volvéis a conceder el honor de daros otro. En este 42 aniversario, gracias, amigos. Estar con vosotros es un premio para mis recuerdos. Aquel título de socio de honor que me dísteis quiere ser mi mayor y mejor entrega a un club que fue, y es, la mejor representación marinera y deportiva de nuestra ciudad. Gracias.

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