Ayer Astilleros, hoy Riotinto

LA situación de los ex trabajadores de Astilleros sigue su curso. Es decir, siguen parados en espera de que se cumplan las promesas que les dieron desde la Junta. Paralelamente, en Minas de Riotinto, un grupo de trabajadores están encerrados para presionar a la Junta y que ésta reabra la mina. Es la pescadilla que se muerde la cola. Primero se corre y luego se frena en nombre de una burocracia lenta y excesiva. Ante el cierre de Astilleros, los empleados de la empresa mantuvieron un encierro al que nadie echó puñetera cuenta. Los sindicatos, que hoy reivindican el derecho al trabajo, olvidaron el que tenían sus camaradas de la naviera. Hoy, dos años después, el grano les ha salido a los sindicatos (UGT y CCOO) en la Cuenca Minera y, con el mismo desdén, no solo no apoyan el encierro sino que lo desautorizan. Por contra, piden una huelga general para apoyar el pleno empleo y cantan aquello del "empleo, sí, pero trescientos sesenta y cinco días? Pues eso.