La jornada del jueves pasado ha sido entrañablemente cálida para quienes participaron en el acto de entrega del primer premio Latitudes 21 al director cinematográfico español Carlos Saura. Lo fue sobre todo, no sólo por la cercanía con el realizador aragonés, sino porque se materializó una vez más ese espíritu de hospitalidad, de acogida, de simpatía y afecto que siempre se han prodigado en los encuentros cinematográficos auspiciados en Huelva, por parte de quienes siempre estuvimos en este ámbito y cultivamos estas citas con entrañable cordialidad.

Pero, además, en esta ocasión que tuvimos entre nosotros al autor de casi medio centenar de películas distinguidas con numerosos galardones en España y en todo el mundo, que le han elevado a uno de los más destacados puestos del cine europeo, que se ha distinguido por su amor al flamenco, arte al que ha dedicado varios de sus mayores logros musicales en el ámbito cinematográfico, la música en general y un amplio bagaje en la dirección escénica, en el dibujo y sobre todo en la fotografía, en la que ha acumulado una obra ingente que hoy constituye uno de los fondos más admirables y valiosos, tuvimos la oportunidad de saber de su ejecutoria en todas estas dedicaciones que ha cultivado con una disposición muy singular.

Los periodistas que tuvieron oportunidad de reunirse con Carlos Saura en una rueda de prensa y en las distintas entrevistas que pudieron realizar individualmente algunos de ellos, como los asistentes a la entrega del premio Latitudes 21 en el acto posterior en la Fundación Caja Rural del Sur, pudieron comprobar el grado de cortesía con que el director trató a todos, incluso para contestar a todo tipo de preguntas por extrañas y sorprendentes que fueran -hubo quien quiso saber por qué lleva dos relojes-, con toda suerte de explicaciones y aclaraciones en torno a sus conceptos cinematográficos, sus películas y otros aspectos de su polifacética actividad, en lo que no tuvo reparo en sincerarse para contarnos a todos detalles de su vida y de su obra.

Toda esta larga conversación cordial y amena con Carlos Saura, enormemente complacido con al premio que le entregó José Luis Ruiz, presidente de Latitudes 21, original y bello trofeo diseñado por el escultor José Noja, que tanto entusiasmo al galardonado cineasta, se completó con la proyección del documental Retrato de Carlos Saura, realizado por José Luis López Linares, que recorre con notable precisión y amenidad la vida del gran director español a través de sus películas. La guerra civil, la posguerra, Luis Buñuel la pintura de su hermano Antonio, Charles Chaplin, su hija Geraldine, que se casó con el realizador, el flamenco, el tango, el franquismo, la censura, la fotografía -con una amplia muestra de sus trabajos- y toda la intensa labor artística del gran director.

Y numerosas entrevistas con sus hijos, colaboradores, directores como Pere Portabella y Mario Camus, guionistas como Rafael Azcona y Agustín Sánchez Vidal; productores como Elías Querejeta, Andrés Vicente Gómez y Juan Lebrón, fotógrafos como Vittorio Storaro y actores y actrices como José Luis López Vázquez, Fernando Fernán Gómez, Carmen Maura, Andrés Pajares… Un complemento que culminó esas latitudes de afecto, respeto, admiración y amistad que los onubenses dedicaron a Carlos Saura para celebrar este homenaje de Huelva a uno de los más destacados directores de nuestro cine.