Cultura

Latitudes regresa con fuerza

  • El público se vuelca con el festival en su arranque de ayer en el Museo con dos exhibiciones que sorprenden Alegato común por la supervivencia del evento "con el esfuerzo de todos"

Latitudes 2015 es ya una realidad. Ayer comenzó la sexta edición del Festival Internacional de Fotografía de Huelva, dejando atrás el paréntesis del pasado año y con renovados ánimos para perpetuarse entre la oferta cultural de Huelva. La inauguración oficial fue la prueba de un regreso con fortaleza, apoyado en el público, que se dio cita en gran número en el Museo Provincial. Muchos aficionados a la cultura y la fotografía y todos ellos deslumbrados por las dos primeras propuestas programadas este año, que provocaron elogios que se escucharon repetidamente durante la apertura de las salas.

El francés Gérard Rancinan, como se esperaba, fue el gran protagonista de la primera jornada. Su implicación ha sido máxima desde que se le propusiera exponer en Latitudes, incluso a pesar, dijo, de que "nunca expongo en festivales, solo en muestras individuales en museos". Después de dos días de supervisión personal para el montaje de sus fotografías en la sala Siglo XXI, anoche recogió el fruto con el asombro y la admiración de quienes abarrotaron el espacio para ver por primera vez su obra en España. "Estoy emocionado por la apertura de espíritu de José Luis [Ruiz]. Espero realmente que todos los que vean Trilogy of the moderns tengan el espíritu abierto. Porque hay que ser valiente como José Luis, salir también de la fotografía clásica y presentar este trabajo que no aporta más que la realidad de nuestra época", explicó Rancinan ante un impresionante tríptico, de casi seis metros de largo, Retable Naitre et Mourrir, "una pieza única, sin copias", que preside la sala y centró anoche las mejores palabras de los asistentes.

Pero no todo fue Rancinan y sus espectaculares cuadros. La inauguración dejó al público onubense otra exposición, de otro autor, con otro estilo, pero de nuevo de una calidad deslumbrante: Body & Soul, del fotógrafo norteamericano Larry Fink.

El belga Alain D'Hooghe, comisario de la exposición promovida por el Centro Andaluz de la Fotografía (CAF), aseguró que Fink es "uno de los mejores fotógrafos del siglo XX". "Nunca se puede decir el mejor -añadió con sorna- porque la fotografía no es atletismo". "No ha tenido muchos estudios y su escuela ha sido la calle y los viajes", explicó. Eso, añadido a su procedencia, de una familia neoyorquina judia de clase media, "muy progresista, marxista", influyó en su "interés por la gente, por sus congéneres", que le revelan como un excepcional testigo de la condición humana, en sus distintas expresiones y siempre en un contexto social. "Importante, pero no tanto, su técnica con el flash, que ha perfeccionado con los años y le ha dado un estilo muy particular".

Hasta el 28 de marzo estarán a disposición del público estas dos y otras cinco exposiciones más. La de Isabel Muñoz, Etiopía, puede verse desde hoy ya en la sala 0 del Museo, y la próxima semana se inaugurarán tres muestras en la Casa Colón y una más en la Diputación.

"Estamos tremendamente contentos y orgullosos de la programación de esta edición", aseguró José Luis Ruiz, presidente de la asociación cultural Latitudes 21, que organiza el festival. "Éste es uno de las festivales fotográficos más importantes del país, y el mejor de Andalucía, sin duda. No nos parecía bien que se tirara a la basura una historia que ha ilusionado a muchos", confesó Ruiz.

Estas palabras al comienzo del acto de inauguración acabaron provocando un alegato general por la supervivencia de Latitudes, después de las dificultades económicas que impidieron su organización en 2014. "Es un honor y una satisfacción que se haya retomado el camino", apuntó Esperanza Morilla, representante de la Fundación Atlantic Copper, una de las entidades patrocinadoras. "Ahora entre todos debemos hacer un llamamiento, boca a boca, para que venga la gente a las salas. Porque lo que se conoce, se quiere, y lo que se quiere, se conserva", aseguró.

Más contundente fue Pablo Juliá, director del CAF, que trae a Latitudes las exposiciones de Larry Fink y Gonzalo Juanes: "Es necesario que la gente se implique y que las instituciones lo hagan mucho más, de una manera más intensa. Latitudes se merece un respeto porque está cimentando una cultura fotográfica que antes no existía. Es obligatorio que Huelva se manifieste en Latitudes".

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