Doce años después de que la Oficina del Defensor del Pueblo de Andalucía denunciar el lamentable estado de los calabozos municipales de Valverde del Camino, las instalaciones se mantienen en las mismas pésimas condiciones. El departamento que dirige José Chamizo ha elaborado un segundo informe (el primero se publicó en 1996) sobre la situación de los depósitos para detenidos gestionados por los ayuntamientos, que revela que el estado de las dependencias valverdeñas, lejos de mejorar, han ido a peor hasta llegar a calificarlas como de "muy deficientes".

Los calabozos de Valverde se encuentran en el mismo Ayuntamiento, una ubicación "muy inadecuada" al ocasionar molestias no sólo a vecinos de la zona sino también a la actividad habitual en el Consistorio. Tras la investigación realizada por el Defensor del Pueblo, se constata que las condiciones de seguridad en las instalaciones son "inexistentes" (las puertas son de barrotes tradicionales cruzados), no dispone de cámaras que visualicen alguna zona inmediata a las celdas y una de éstas está aislada del resto. Además, los detenidos entran y salen por la puerta principal del Consistorio.

Este depósito cuenta con dos celdas, sin espacio para comunicaciones, una al mismo nivel que el personal de guardia y la otra justo encima, a la que se accede a por una escalera, con capacidad para cuatro personas, sin separación zonal de hombres y mujeres. Los calabozos tienen las camas de obra (cuentan con colchón y mantas) y disponen de inodoro pero carecen de lavabo, ducha, agua caliente y calefacción.

Respecto a la ventilación y a la luz natural, el informe considera que son "aceptables" al dar a un patio interior que, por otra parte, no se usa ni es adecuado para esparcimiento de los detenidos.

Chamizo subraya que, a pesar de estas condiciones y de las quejas incluso por parte de la Policía Local por el estado de las instalaciones, que recomienda trasladar fuera del edificio consistorial, "no hay por parte del Ayuntamiento ninguna mejora en proyecto".

En el caso de los depósitos de Moguer, cabecera de partido judicial, han dado un paso atrás en estos años y de la calificación de "aceptable" que el Defensor del Pueblo le daba en 1996 ha pasado a "deficiente" en el último informe. Las instalaciones son las mismas que hace doce años pero el retroceso se produce porque ha visto reducida una de sus tres celdas, de forma que ahora cuenta sólo con dos (con una capacidad máxima para cinco personas) mientras en estos años se ha disparado el número de detenidos, hasta casi duplicarse.

Cuando el departamento de Chamizo realizó el primer informe, la cifra de detenidos se cifró (en un periodo similar) a 298 personas, de las que el 14% eran extranjeros (41). Ahora, los arrestos se sitúan en 548 personas y los extranjeros representan el 59,12% del total (324 detenidos), consecuencia de la concentración de población no nacional en la comarca por la campaña fresera, puntualiza el informe.

Estos depósitos se encuentran ubicados en la planta baja del Ayuntamiento y para acceder a las celdas hay que atravesar el patio central del edificio. El recinto de seguridad no cuenta con ningún tipo de calefacción, está compuesto por dos celdas, con camas de obras a un palmo del suelo, y a los detenidos no se les proporciona ningún tipo de colchón, sólo mantas. No tiene ningún espacio para comunicaciones y dispone de un patio para posible uso por parte de los arrestados.

Según el Defensor del Pueblo, la única mejora prevista es el cambio de los sanitarios ya que el Ayuntamiento "considera que las instalaciones están en buenas condiciones, aunque son conscientes de que su ubicación es totalmente inadecuada", motivo junto a la reducción del espacio, por el que considera que son unos calabozos deficientes.