Álvaro Robles es un onubense de 19 años amante del tenis de mesa. Pese a su juventud es uno de los mejores jugadores nacionales de este deporte tradicionalmente dominado por los chinos, pero poco a poco se va abriendo la veda para que otras naciones intenten hacerles frente en los campeonatos internacionales.

Pese a su corta edad, Álvaro ya ha dado el paso de juvenil a profesional, que lo califica como "bastante duro". "Soy el más novatillo, como si tuviera que empezar desde cero otra vez. Lo importante es dar el paso a la categoría absoluta, ya que te permite aprender de los mejores y es ahí cuando puedes mejorar y perfeccionar tu técnica para ser como ellos", explicó el palista.

Cuando se le habla de sus compañeros a nivel de selección, Álvaro sólo tiene palabras de elogio. "La verdad es que llevan un año espectacular. En el Europeo del año pasado quedaron en la undécima posición y en el Mundial en la decimoquinta, la mejor de la historia. En definitiva, están demostrando un gran nivel".

Después de que finalmente no haya sido convocado para formar parte del equipo nacional en el Europeo de Ostrava, Álvaro quiere centrarse únicamente en su nueva temporada en Madrid. Tras jugar 4 años en Priego de Córdoba, el onubense ha dado un salto cualitativo hacia el campeón de la Superdivisión de la temporada pasada, el equipo de San Sebastián de los Reyes. "La verdad es que es difícil revalidad el título, pero para mí era primordial estar en esta categoría para formarme como jugador", comentó. "Hay muchos extranjeros y muchos jugadores nacionales de muy buen nivel. Es verdad que todavía es difícil para mí ganar muchos partidos, pero sobre todo quiero aprender y dejar buena impresión en cada partido", sentenció.

El joven onubense también incidió en el aspecto económico de la liga de tenis de mesa, en la que también hace mella la crisis financiera. Hay menos dinero y los equipos lo notan. No pueden hacer frente a las altas fichas de los jugadores, prefieren apostar por jóvenes valores nacionales como Álvaro y darle la oportunidad de que se fogueen en la competición. De hecho, uno de sus compañeros es el olímpico Alfredo Carneros. "No está mal, estoy muy contento con mi nuevo equipo y esperamos hacerlo muy bien en la temporada", comentó el joven palista respecto a sus metas para esta temporada.

Pese a la juventud con la que ha llegado a la máxima competición nacional del tenis de mesa, el onubense no cierra las puertas a seguir formándose como jugador fuera de nuestras fronteras. "Tengo pensado irme a Alemania, si no es para el año que viene será dentro de dos años". La Federación Española de Tenis de Mesa ayuda a estos nuevos valores como Álvaro para que, por medio de contactos en diferentes países, recalen en equipos europeos con un nivel mayor que el español con el objetivo de que sigan con su progresión. "Alemania es uno de los mejores países europeos en este deporte. Allí creo que podría entrenarme para perfeccionar mi técnica", subrayó.

Aunque puede decirse que Álvaro ha tocado techo en cuanto a competición nacional se refiere, el joven no olvida su formación académica y este curso planea volver a retomar sus estudios de Bachillerato. "Tuve que dejar de estudiar porque cuando jugaba en división juvenil era imposible compaginar la competición y los estudios. Curiosamente, en juveniles tenía que viajar mucho más, y entre partido y partido llegaba a clase y no me enteraba de nada". Ahora ya ha dejado constancia de su voluntad para retomar sus estudios y "ya sea por diurno o por nocturno", Álvaro quiere completar el Bachiller por si, en un futuro, quiere dedicarse a alguna carrera relacionada con la práctica deportiva, como INEF.

En definitiva, el joven onubense tiene como próxima meta desempeñar un papel digno en la nueva competición que comienza, y ya tiene sus miras puestas en los Juegos Olímpicos de Londres dentro de dos años, donde intentará clasificarse como su compañero de equipo y subir su nombre a la élite del tenis de mesa nacional e internacional.