El presidente del Club Balonmano Pedro Alonso Niño de Moguer, Manuel Morales, y su técnico, Fernando Castelló, no han dejado para última hora los refuerzos para la portería de cara a la próxima temporada. Ambos saben que es un elemento fundamental para cimentar y apoyar una buena defensa, aspecto determinante para aspirar a algo importante en una competición como la División de Honor Plata.

El primer hombre para ese puesto procede de la Unión África Ceutí, equipo donde ha jugado en la última campaña. Se trata del francés Maxence Gala, que jugó en su país durante ocho temporadas, siempre en el Angers-Noyant, antes de recalar en el conjunto de Ceuta. Por tanto, Galas no es desconocido para Castelló, ya que se enfrentó al PAN durante la temporada anterior en dos ocasiones.

Se trata de la segunda incorporación gala del conjunto moguereño, después de Pierre-Antoine Casanova. Galas es un portero de 25 años, 188 centímetros de altura y 83 kilos de peso, que también ha pasado en numerosas ocasiones por las categorías inferiores de la selección nacional de Francia. Su pasión por el balonmano y por la estrategia le convierte en uno de esos estudiosos del juego que no se limita a parar, sino que participa activamente con el equipo en la lectura de los encuentros.

A nivel individual destaca en el uno contra uno, con una gran agilidad y una óptima flexibilidad, así como en el pase largo, un elemento elemental en el esquema de juego que Fernando Castelló quiere para el PAN, donde la velocidad y el contraataque son primordiales. Su capacidad de liderazgo y de integración en los equipos le llevó a capitanear varios de los conjuntos en los que militó a nivel de club.

Manuel Morales espera cerrar en los próximos días la portería, y con la contratación de un par de jugadores más la plantilla quedará totalmente completada para que el 3 de agosto Castelló tenga a todos sus hombres disponibles. Por otro lado, continúa la campaña de socios con el lema "Nosotros nos hemos mojado. Mójate tú", en clara referencia a la respuesta que se espera de la afición moguereña tras el mayor éxito de las últimas décadas, el ascenso a la División de Honor Plata.