Huelva, más viva gracias a la selección

El encuentro de la selección nacional en Huelva no sólo paralizó la ciudad desde el arranque del partido hasta el pitido final, sino que influyó de forma determinante en el resto de la jornada para los onubenses. Desde bien temprano se percibía el olor a fútbol por las calles de Huelva, ya que fueron muchos los aficionados a España que salieron con las camisetas del equipo que entrena Del Bosque, una situación que se vio favorecida por la liberación a última hora de 200 entradas por parte de la Federación Española de Fútbol.

Las taquillas del Nuevo Colombino abrieron a las 10.00 y se pusieron a disposición del público esta nueva remesa de entradas, que se agotó antes del arranque del envite ante Bielorrusia. De hecho, nada más anunciarse la puesta a la venta de estas localidades se formaron colas para adquirir dichas entradas, la mayoría de ellas eran de la zona de preferencia, aunque también había algunos billetes para goles.

La pasión por La Roja también tuvo su impacto en los comercios de la ciudad, como ya preveía la Confederación Empresarial de Comercio de Andalucía, que calculó que el choque de España en Huelva aportaría a la provincia entre cuatro y cinco millones de euros, ya que se produjo un aumento de visitantes a la ciudad. Así, tanto las tiendas, especialmente las del centro de la capital, como bares y restaurantes recibieron la visita de aficionados al fútbol que decidieron hacer tiempo por las calles de la ciudad antes de marchar rumbo al Nuevo Colombino.

También los onubenses aprovecharon el ambiente festivo y la coincidencia del encuentro y del Festival de Cine Iberoamericano para disfrutar del día por su ciudad. El tiempo acompañó, ya que la lluvia no azotó a la capital durante todo el día y la temperatura, a pesar de la ausencia de sol, eran agradables para la época del año que se atraviesa. A medida que se acercaba el encuentro la zona de Pescadería registró una gran afluencia de seguidores de la selección española, que repuso fuerzas antes de partir hacia el coliseo recreativista, donde se disfrutó de la fiesta del fútbol en su máxima expresión.