Carolina, entre los suyos

Carolina Marín fue recibida ayer con besos, lágrimas de emoción, vítores y aplausos a su regreso a Huelva tras conquistar el Campeonato del Mundo de bádminton. La campeona onubense llegó a su casa en La Orden casi a las 12:00 y nada más bajar del coche se fundió en un abrazo emotivo con sus abuelos, María y Carmelo, y su madre Toñi (que le acompañó en el viaje de regreso), a los que se le saltaron las lágrimas por tener al fin en su hogar a su niña.

A sus 21 años, no pasa mucho tiempo en Huelva, ya que casi siempre está entrenándose o compitiendo, generalmente fuera de España; pero cada vez que puede se acerca para estar con los suyos y buscar unos días de relax en medio de una vida intensa que le obliga a recorrer miles de kilómetros cada año.

Carolina recibió el cariño de familiares, amigos del barrio e integrantes del club que le vio nacer deportivamente. A pesar del cansancio acumulado por todo el ajetreo que la ha acompañado desde que logró el título el domingo, la campeona del mundo accedió a fotografiarse con todos los que se lo pidieron y no paró de firmar autógrafos, siempre con una sonrisa en los labios, repartiendo abrazos y besos. Tardó más de media hora en entrar en su casa, pero lo hizo feliz, muy feliz.

Pese a la premura de tiempo (la convocatoria para recibirla no se hizo pública hasta casi la una de la madrugada, ya que no se sabía con certeza la hora de llegada), más de cien personas aguardaban impacientes a este nuevo símbolo del deporte onubense y nacional. Su gente más cercana y representantes del club que la vio nacer (liderados por Paco Ojeda, Alejandro Núñez y Ricardo Fernández, director deportivo, presidente y gerente del CB IES La Orden) le prepararon un recibimiento acorde con la ocasión, con una notable presencia de chavales ataviados con la camiseta del Recreativo IES La Orden, y con las inmediaciones del portal donde vive engalanado con banderas y pancartas en su honor.

Todo eran rostros de felicidad, como los de sus abuelos, sus primos y tíos, técnicos, jugadores y vecinos. Especialmente emocionada estaba su madre, Toñi Martín, que se vio sorprendida por tantas muestras de afecto y cariño hacia su hija: "Lloro de alegría de ver cómo Huelva quiere a mi niña y ella también quiere a su gente y a su tierra y está orgullosa de representarla".

"Cuando veo cómo la felicitan siento un orgullo enorme, es un sentimiento especial", manifestó la madre de la campeona mundial, quien además comentó sobre el carácter competitivo de su hija que "ella siempre se pone el listón muy alto y ha hecho muchos sacrificios para llegar a aquí, pero lo hace con muchísimo placer porque ésta es su vida".