Hay muchas formas para buscar la solidaridad de los onubenses. Una de las más redondas, sencillas y masivas de estas fechas festivas tuvo el sello ayer de la Fundación Laberinto y la Fundación Caja Rural del Sur. Un mercadillo en el que una infinidad de artículos donados, dulces navideños, juguetes, manualidades, ropa... inundó el Centro Cultural José Luis García Palacios. De fondo, exaltó la Navidad el coro Santa Ángela de la Cruz del Colegio María Inmaculada de Huelva –que este año estrena disco: Pequeño de Belén– con las inconfundibles voces de pequeños y mayores que hacen de estas fiestas la mejor melodía posible. Además, los toreros Miguel Ángel Perera –patrono de la Fundación Laberinto–, David de Miranda y el rejoneador Andrés Romero sirvieron a los presentes un café solidario.

El mercadillo lo organiza el grupo de madres colaboradoras de la Fundación Laberinto. “Son ellas las que buscan las cosas y las que comprometen a personas para que donen cosas y esto pueda ser lo que es”, explicó a Huelva Información la presidenta de la Fundación Laberinto Pilar Pereda.

El mercadillo solidario continúa hoy, de 11:00 a 21:00, en horario ininterrumpido. “No podemos olvidar que la Fundación Laberinto somos un grupo de siete patronos que estamos luchando por nuestro proyecto, que es la construcción, puesta en marcha y mantenimiento de un centro polivalente para niños con discapacidades intelectuales y físicas asociadas a enfermedades raras, o niños sin diagnóstico”, explicó Pilar Pereda. Hasta que ese soñado centro polivalente vea la luz, la Fundación Laberinto aprovecha los períodos vacacionales y organiza pa´lante en Navidad, pa´lante en Semana Santa y pa´lante en verano, unos campamentos bajo el nombre de su palabra mágica: pa´lante.

Los estands propios de la Fundación en el mercadillo contienen ropa y juguetes de segunda mano, manualidades hechas por niños con discapacidad y de tiendas que las donan. Además los dulces están elaborados por las propias colaboradoras. En la otra mitad de la Sala de Exposiciones, los puestos venden manualidades de personas particulares que “no tienen sitio físico para venderlas –durante el año– y una parte de su recaudación es para la Fundación, así como un donativo fijo”.

En cuestión de minutos, el Centro Cultural José Luis García Palacios reflejó un ambiente inmejorable con numerosas personas paseando entre los diferentes estands y colaborando con la Fundación Laberinto. La Navidad llegó ayer en forma de villancico solidario y de una manera muy torera, y continúa hoy con la mejor de las sonrisas para pasar una jornada que merecerá la pena.