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Mi mascota tiene un problema de corazón

  • Las afecciones cardíacas son propias de animales de mediana edad y los abuelitos, aunque se pueden tratar

  • Mi primer gato en casa

Los problemas cardíacos son habituales entre las mascotas de mediana edad y los abuelitos. Es frecuente observar a animales de 7-10 años de edad que empiezan a presentar síntomas compatibles con un problema de corazón.

¿Cómo podemos reconocer un problema cardíaco? Lo primero que observaremos es que el animal empieza a estar más cansado de lo normal, le cuesta más trabajo dar paseos o jugar. Cuando realiza algún esfuerzo físico se cansa muy rápido o empieza a respirar con dificultad y el síntoma principal suele ser la tos.

Observaremos que nuestra mascota empieza a toser, primero esporádicamente, aunque lo normal es que esa tos sea cada vez más frecuente y más fuerte, llegando incluso a ver que nuestro animal no puede descansar como consecuencia de esa tos.

Debemos acudir a nuestro veterinario para que se le realice un buen diagnóstico, diferenciándolo de otros problemas, como alteraciones en tráquea o pulmón.

Es necesario siempre realizar una auscultación del corazón para ver si escuchamos un soplo, taquicardia, arritmias… En caso de que la auscultación sea anormal estaremos ya ante un problema cardíaco.

Es importante también realizar un estudio radiológico para ver si existe líquido en los pulmones, si hay colapso traqueal o valorar la presencia de alguna masa.

El siguiente paso es realizar un ecocardiograma, que es la prueba definitiva que nos indicará en qué fase estamos de la enfermedad cardíaca. Hay diferentes fases, y según en la que se encuentre, nuestra mascota necesitará un tratamiento u otro y el pronóstico será más o menos favorable. Esta prueba no es invasiva, se realiza con el animal despierto y no supone ningún riesgo para él.

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Mi mascota tiene un problema de corazón

Los perros son propensos a sufrir patologías degenerativas del corazón, principalmente la insuficiencia cardíaca congestiva. Esta enfermedad provoca que el corazón sea incapaz de bombear la sangre necesaria a todo su cuerpo en un ritmo adecuado y en consecuencia se presentarán diferentes problemas, como dificultad para respirar, cansancio, desmayos, tos...

Es importante saber que ante este tipo de problema cardíaco, la detección temprana y un buen tratamiento hará que nuestra mascota pueda vivir junto a nosotros mucho más tiempo y con una buena calidad de vida. Por desgracia, los problemas cardíacos siempre son de evolución progresiva; es decir, con el tratamiento haremos que la enfermedad avance de manera mucho más lenta pero la progresión es inevitable.

Cuando la enfermedad está en un estadio muy avanzado comenzaremos a ver síntomas más preocupantes: respiración muy acelerada, el animal empieza a respirar con la boca abierta, no puede estar tranquilo, se levanta y se acuesta continuamente… Ante estos síntomas es fundamental contactar con nuestro veterinario de inmediato, ya que en estos casos suele estar produciéndose un edema pulmonar (líquido en los pulmones) y es necesario estabilizar al animal cuanto antes, ya que, si no, el resultado suele ser fatídico.

También podemos observar que nuestra mascota tiene el abdomen inflamado y es que una de las consecuencias de los problemas cardíacos en estadio avanzado es la ascitis (acumulación de líquido en el abdomen), lo que complicará aun más el cuadro clínico, ya que el animal estará mucho más incómodo y le dificultará más la respiración.

Corazón y filaria

Es importante también no confundir un problema cardíaco con una afección parasitaria como la filaria. Sabemos que estamos en una zona de alto riesgo, una de las provincias de España donde la filaria está más presente, y este parásito, también llamado gusano del corazón, puede producir síntomas muy similares a los de un patología cardíaca.

Podemos ver que nuestro animal empieza con una leve tos que no termina de desaparecer, intolerancia al ejercicio, incluso a veces, convulsiones. Es necesario, ante estos síntomas, realizar un test diagnostico frente a la filaria, que consiste en una simple extracción de sangre y en diez minutos tendremos el resultado. En el caso de que resulte positivo, no debemos alarmarnos: la filaria tiene tratamiento y se cura completamente, en la mayoría de los casos, sin ningún tipo de secuela para el animal.

En los casos en los que la enfermedad esté muy avanzada, puede ser necesario estabilizar antes a nuestra mascota mediante un tratamiento adecuado, ya que iniciar el tratamiento para la filaria sin que nuestro pequeño esté en condiciones óptimas para soportarlo, puede llevar incluso a su muerte.

Una vez nuestro animal haya sido tratado, será necesario iniciar un buen tratamiento preventivo frente a la enfermedad, ya que si no, existe el riesgo de que pueda reinfectarse.

Es importante que tengamos en cuenta que no solo las mascotas de edad avanzada pueden presentar problemas cardíacos, también los cachorros pueden padecer una enfermedad cardíaca, siendo normalmente patologías congénitas, lo que significa que está presente desde el momento del nacimiento.

La patología más frecuente de este tipo es el conducto arterioso persistente (CAP). El conducto arterioso es un vaso que durante el periodo fetal permite la comunicación entre la arteria pulmonar y la aorta. En el momento del nacimiento, cuando el cachorro empieza a respirar, este conducto se cierra. En algunos casos, el cierre no se produce y es cuando nos encontramos con esta patología. Esta enfermedad es fácilmente detectable en la consulta, ya que simplemente con una buena auscultación realizada en las primeras visitas al veterinario puede detectarse.

Una vez realizadas las pruebas oportunas (analíticas de sangre, radiografía y ecocardiografía) se expondrá la posibilidad de solucionar este problema, que únicamente es posible mediante cirugía. Las técnicas actuales, desarrolladas en los últimos años y poco invasivas, consiguen el cierre del conducto con unos dispositivos especiales diseñados para el cierre del conducto arterioso persistente en perros.

Como veis, es fundamental la atención veterinaria durante toda la vida del animal, ya que gracias a ello conseguiremos que nuestra mascota tenga una vida larga y feliz, pese a los problemas que vayan apareciendo. ¡Cuidad siempre de su salud!

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