El viaje del crítico Cipriano Torres

El granadino Cipriano Torres ejerció de crítico de TV durante veinte años. Su estilo mordaz y afilado, llamando al pan pan y al vino vino, sin dobleces, no pasaba desapercibido.
Su Maldeojos era un prodigio de concisión en los días laborables. Los domingos ocupaba toda la página y desgranaba numerosas cuitas de las vistas en todos los programas a lo largo de la semana. Hasta que al firmante le llegó el momento de la jubilación y se despidió de los lectores educadamente en su última columna.
La sorpresa llega ahora con la publicación de un volumen de casi 600 páginas que no es tan sorpresa para quienes conocíamos de cerca al crítico televisivo. Cipriano Torres acaba de editar Viaje interior pasando por Marruecos, y en él narra sus numerosas estancias en el país vecino.
Constituye a un tiempo un libro de viajes y un libro de memorias. Resulta curioso que el autor, a la hora de redactar estos folios, echase mano de las notas de los cuadernos de viaje que guardaba celosamente después de cada estancia. Ahora, al reescribirlos y pasarlos a limpio, cobran otra dimensión. Porque está el dicho de que cualquier tiempo pasado fue mejor. Pero, por otro lado, la experiencia que da la vida es un valor inmaterial.
Los nuevos textos fueron escritos escuchando siempre la radio pública, concretamente Radio 3 y Radio Clásica.
Y añade Cipriano a modo de pórtico: “prometo por mi conciencia y honor, que lo tengo muy educado, que la palabra exótico, exótica, o exótique, no la uso en este libro ni refiriéndome a Marruecos ni a sus gentes. Tampoco, ni bajo tortura, que algo visto o vivido fue como de las mil y una noches”. Pues eso.
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