La "Suite de los Saltimbanquis", la colección de quince obras con la que Pablo Picasso se inició de forma magistral en la técnica del grabado, se expone desde este viernes en una sala del Museo Ruso de Málaga, en una de las pocas ocasiones en las que se puede contemplar la serie completa.

El artista había realizado en 1899 un primer grabado en Barcelona, conocido como "El zurdo", porque Picasso plasmó un picador que sostenía la puya con la mano derecha, pero que al imprimirse e invertirse la imagen pasó a asirla con la izquierda, ha recordado Salvador Bonet, del Centro de Documentación de la Casa Natal de Picasso.

Los historiadores del arte coinciden en que no volvió a cultivar esta técnica hasta que, estando en el estudio de un grabador parisino, este le animó "a utilizar una plancha grande que antes había usado otro artista para intentar hacer un paisaje", para lo que al parecer usó un clavo y no el punzón habitual de los grabadores.

"Fue el segundo intento en su vida y le salió una obra maestra del grabado y de la historia del arte", ha resaltado Bonet en alusión a "El almuerzo frugal" (1904), la obra con la que comienza el recorrido de esta exposición, que conmemora los cincuenta años de la muerte de Picasso.

En esta pieza se observa "una gran maestría de la trama y de los sombreados en unas figuras que representan claramente lo que era la época azul de Picasso, en la que reflejaba la pobreza y la miseria, con la que él se compadecía mucho".

Los protagonistas son "figuras angulosas que recuerdan al Greco, con un dramatismo y una expresión exacerbados", según Bonet, que ha recordado que fue el galerista y marchante Ambroise Vollard quien reunió los grabados hechos por Picasso de 1904 a 1906 y nombró así la serie "tomando como 'leitmotiv' algunas de las obras que se centran en los saltimbanquis y el circo".

"En esta serie de grabados se refleja lo que Picasso hacía también en pintura y escultura en esa época azul, también está la época rosa y la última obra, 'El abrevadero' (1906), nos desliza hacia un primer clasicismo de Picasso", precisa Bonet.

La serie, seguramente la única que existe completa en España, fue adquirida en 2005 por la Fundación Málaga, que la cedió en depósito a la Casa Natal de Picasso, donde se ha convertido en una parte fundamental de su colección de obra gráfica.

Dentro de la habitual política de préstamos de piezas de la colección de la Casa Natal, esta serie de grabados ha viajado por todo el mundo, aunque normalmente no de forma completa, y su próximo destino será una exposición en el Centro de Arte Reina Sofía de Madrid.