¿Máster o segundo grado?

Ampliar y continuar la formación se ha convertido en un requisito indispensable para aquellos que quieren entrar o mejorar su estatus en el ámbito laboral

Son muchos los estudiantes que se enfrentan a este dilema.
Son muchos los estudiantes que se enfrentan a este dilema.

Con una población totalmente convencida de la necesidad de cursar estudios universitarios y un mercado laboral muy cambiante y extremadamente exigente, ampliar y continuar la formación en este país se ha convertido en los últimos tiempos en un requisito indispensable no solo para que los recién graduados puedan entrar en ese complicado mercado laboral, sino también para aquellos que ya dentro de este ámbito aspiran o quieren mejorar su posicionamiento.

Al respecto, es importante señalar que el informe ‘Panorama de la educación 2020′, elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), refleja que las posibilidades de encontrar un puesto de trabajo si se cuenta con un título de posgrado alcanzan el 84%.

Dicho todo esto, ante esta clara exigencia actual de seguir formándose, deseguir adquiriendo conocimientos, surge para muchos un dilema: ¿qué resulta mejor? ¿Hacer un máster o estudiar un segundo grado?

En principio, en lo que concierne a la realización de un máster, es conveniente saber que está enfocado a profundizar en determinadas áreas específicas del conocimiento y aporta herramientas avanzadas y competencias prácticas muy valoradas en el mercado laboral, que no se adquieren en una carrera de grado, donde los conocimientos suelen resultar más generales.

El máster cuenta con la ventaja de que su duración es menor que una segunda carrera

Asimismo, cuenta con la ventaja, respecto al estudio de un segundo grado que, en la inmensa mayoría de los casos, su duración es menor, por tanto, el camino hacia la anhelada inserción laboral será más rápido.

Por otro lado, un máster permite incrementar la red de contactos. Considerando que cada día se hace más importante crear buenas relaciones en cualquier área de especialidad, hacerse de una buena lista de contactos como profesores y otros compañeros puede incrementar las posibilidades de alcanzar un trabajo ideal.

También facilita el acceso a mejores puestos de trabajo, ya que son muchas empresas las que exigen para sus puestos de mandos o intermedios haber realizado un máster.

Un máster, además, es especialmente útil para quienes desean redirigir su carrera. Gracias a la estructura flexible del espacio europeo de educación superior, es posible acceder a estudios de posgrado desde distintos títulos de grado, facilitando la transición hacia nuevas áreas, como recursos humanos, prevención de riesgos laborales o dirección de empresas, por poner algunos ejemplos.

En lo que se requiere a la matriculación en una segunda carrera, resulta esencial que su elección sea el resultado de una decisión meditada. Hay que tener muy presente que se ha de dedicar cuatro cursos más a estos estudios, que por otro lado, proporcionarán una excelente base y un perfil polivalente, que puede convertirse en un argumento de peso para algunas empresas.

Sobre todo, representa una oportunidad para dar un giro al futuro profesional para aquellos que no están satisfechos con su carrera académica o bien creen que erraron a la hora de elegirla. Además, se amplían y complementan los conocimientos.

En definitiva, cualquiera que sea la opción: máster o estudiar un segundo grado, hay que tener siempre en cuenta que la carrera profesional es muy extensa, por lo que es fundamental no dejar nunca de formarse a medida que se va avanzando.

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