El encuentro entre distintas culturas solo puede dar buenos frutos, bien lo saben el pueblo onubense y el iberoamericano. Desde aquel viaje que partió de nuestra tierra descubriéndonos un nuevo mundo hasta hoy, la riqueza y la sabiduría recibidas de nuestros hermanos se cuentan por siglos.

Mi querida amiga Rebeca Grynspan, secretaria general de la SEGIB hasta hace escasas semanas, suele recordarnos a menudo que “no existe Iberoamérica sin Huelva”, y yo le añado: ¿Qué es Huelva sin Iberoamérica? ¿Qué es Iberoamérica sin Huelva? Nuestras calles, nuestras celebraciones y nuestra gente están impregnadas de su cultura, que en gran parte es la nuestra también.

Pocos pueblos -y han sido muchos los que han pasado por nuestra Historia- fueron capaces de dejar una huella tan profunda, arraigada y por tanto tiempo en la identidad onubense.

Por eso, ante cualquier mirada que ponga en duda los vínculos construidos entre culturas o el enorme enriquecimiento social que aporta su convivencia, solo puedo mostrar el resultado de una labor, la nuestra, basada en la cortesía y la generosidad. Juntos, hemos llevado a cabo un buen trabajo presidido por el respeto mutuo y la puesta en valor de ambas identidades por igual. Hace ya mucho tiempo que la mirada eurocentrista se alejó de nosotros.

"El Congreso Binómico es el marco perfecto para seguir proyectando Huelva como la gran despensa del mundo que somos"

El esfuerzo y el interés por cooperar en tantos asuntos que nos unen ha permitido que ambas regiones hayamos construido una agenda común en torno a los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Se trata de una intensa y apasionante agenda llena de retos.

Una de las cosas que te gustará saber es que la salud y el equilibrio alimentario, en todas sus dimensiones, forman parte de esos asuntos en los que venimos avanzando desde hace años. La Diputación Provincial de Huelva contempla en su gestión actuaciones orientadas a favorecer el buen equilibrio entre la explotación de tierra y el cuidado del entorno natural, el tratamiento de los productos agrícolas y ganaderos con el máximo respeto a la biodiversidad y el papel clave que la investigación y la innovación tecnológica tiene para estas actividades económicas. ¡Trabajemos en modo sostenible!

Pero también debemos dar pasos firmes hacia el fin de la pobreza y del hambre y, en ese sentido, es imprescindible que hagamos un esfuerzo con nuestros propios medios por una distribución justa de los recursos, una cooperación generosa entre territorios y, sin lugar a duda, un consumo responsable.¿Cuál es el objetivo? Trazar importantes líneas de trabajo de la mano de la región iberoamericana. La institución que tengo el honor de presidir hace una fuerte apuesta por este I Congreso Binómico, pues vemos en él una gran oportunidad para seguir avanzando en todos los retos ya iniciados y para profundizar en la cultura que mana de esa sabiduría popular cocinada entre fogones a ambos lados del atlántico o en el propio mestizaje llevado al recetario y a sus ingredientes.

En muchas ocasiones, en esta vida vertiginosa, de ritmos imposibles y relojes imparables que nos arrastra, me paro a pensar en muchas de las mujeres que, procedentes de la cultura iberoamericana, hoy conviven entre nosotros, en nuestros pueblos, trabajan nuestra tierra y cuidan de nuestros mayores, aportan vida y alegría a nuestros municipios. Disfruto de las actividades que organizan en distintos puntos de la provincia para compartir las recetas de sus países. Ellas son depositarias de un legado ancestral y muchas aspiran hoy a abrirse un camino profesional en el pujante mundo de la gastronomía. Ellas y sus antecesoras están también aquí, muy presentes en el I Congreso Binómico.

No puedo obviar que este encuentro es, también, un marco perfecto para seguir proyectando Huelva como la gran despensa del mundo que somos.

Son los sabores de nuestra provincia una fuente de riqueza gastronómica que van desde la célebre gamba blanca, los pescados y mariscos, frutos rojos, conocidos como berries, garbanzos, aceites, salazones y conservas, carnes ibéricas… hasta tantos y tantos ingredientes que están presentes en las cartas de los mejores restaurantes internacionales.

Nuestra provincia muestra su enorme responsabilidad con el proceso de producción, desde la siembra de los frutos de una tierra rica como la onubense o el tratamiento y el mimo con que su gente lo elabora, hasta el mayor de los avances tecnológicos puestos al servicio de un consumidor que, cada día más exigente, reclama conocer al más mínimo detalle la trazabilidad de los productos.

Los mejores chefs y los grandes profesionales de la hostelería y del turismo ponen la guinda a esa excelencia gastronómica que nos regala el azul intenso de nuestro mar, el verde de los campos y el rojizo de nuestra Sierra. Y el resultado se degusta a mesa y mantel, ahí donde las conversaciones estrechan lazos y la experiencias entre el viajero y la cultura autóctona se hace inolvidable.

Estoy segura de que las expectativas generadas por este congreso y la ilusión que en él hemos puesto todas las entidades colaboradoras serán superadas con creces. Sin duda, asistiremos a muchas más ediciones de este y espero que, entre todos, consigamos convertirlo en un lugar de encuentro internacional y un espacio de intercambio de experiencia en torno a una manifestación cultural tan especial.

El éxito del I Binómico será el éxito de los trabajadores y empresarios del sector agrícola y ganadero, de nuestra tradición pesquera, de las pequeñas explotaciones y grandes industrias hortofrutícolas, de los profesionales del manipulado y el envasado, de los productos artesanos de nuestros pueblos, del sector hostelero y la industria turística, de las exportaciones de nuestra provincia. En definitiva, será un nuevo elemento dinamizador de la economía onubense.

Disfrútenlo, la mesa está servida.