Semana Santa

La última chicotá cofrade de Huelva

  • El Resucitado saldrá en la mañana de hoy desde la Hispanidad

La Soledad de María con sus nuevos bordados frontales accede a la calle San Andrés.

La Soledad de María con sus nuevos bordados frontales accede a la calle San Andrés. / Canterla

La Semana Santa de Huelva tiene hoy su última chicotá en la calle con la presencia del Resucitado, tras la celebración de vigilia pascual del Sábado Santo que da paso a un Domingo de Resurrección, que anunciarán desde las ocho de la mañana de hoy los tamborileros de las hermandades rocieras de Huelva y Emigrantes.

Una jornada que se presume al menos tranquila en cuanto al tiempo, pues hasta el mediodía no hay visos de lluvia, pero por la tarde sí existe posibilidad de algún chubasco tormentoso. Así que hay que apuntar la salida a las 10:00 de la mañana del Resucitado, desde la iglesia de Nuestra Señora del Pilar. Una jornada de Domingo de Resurrección que tiene centro de celebración en la Santa Iglesia Catedral de Huelva, a las 12:30, y que presidirá el obispo de la diócesis, José Vilaplana Blasco.

Se espera tranquilo después del sinvivir de estos días de Miércoles y Jueves Santo y que se sufrió igualmente en la tarde del Viernes. Se llegaba después de una espléndida Madrugada, aunque resultó fría y sorprendió en la mañana una niebla a la llegada del Nazareno a la Plaza Doce de Octubre.

Por la tarde, la más alejada de la Carrera Oficial fue la más perjudicada, la Cofradía de la Fe. Aun sabiendo de la mejoría del tiempo prevista con forme avanzarán las horas, no tiene fácil el refugiarse en otros templos. Son muchas las experiencias difíciles vividas en años anteriores. Aunque tampoco era sencilla la decisión para la junta de gobierno de José Antonio Burgalat, que fue invitado al palco del Consejo de Cofradías para asistir al paso del resto de cofradías que sí pudieron procesionar.

Se esperó a que avanzara la tarde y las cofradías pudieron salir una hora más tarde de lo previsto, pero se consiguió salvar la jornada de procesiones. El ambiente en la Plaza de San Pedro fue multitudinario a la espera de la salida del Descendimiento, lo mismo que se vio con gran presencia de público en el paseo de Santa Fe, donde este año habían desmochado los cipreses para que pudiera verse sin dificultad la salida de los pasos, aunque sigan ahí sin dejar ver el muro que aguanta el cabezo de San Pedro, y forma parte del catálogo de construcciones de interés del casco antiguo de Huelva.

Arrancaba así una tarde que tiene su público, que se concentra en el centro de la ciudad esperando a las últimas cofradías que van hacia la Carrera Oficial. A partir de ese momento todo cambia, no hay tanto público como en la tarde y menos en esta noche en la que bajaron bastante las temperaturas, por lo que las cofradías aceleran su recogida sabiendo también de esta realidad, que lleva a la gente a casa.

Una Semana Santa en la que se han vivido momentos muy especiales, desde la multitudinaria jornada del Cristo de la Vera Cruz con la presencia de la Legión Española, un acontecimiento que se espera se repita. La subida del Cristo de las Tres Caídas es un momento único que no tiene parangón no solo en Huelva, sino fuera de ella. El Miércoles Santo las cofradías se quedaron en sus templos, donde vivieron numerosas muestras de afecto. A pesar de que la lluvia dejó en casa a la Victoria y la Esperanza, recibieron el reconocimiento de la Semana Santa más mariana.

El Jueves Santo nació con deseos de unión entre todas las cofradías para afrontar una posible eventualidad, que al final se vio truncado cuando la cruz de guía de la Buena Muerte se vio obligada a dejar pasar a la Misericordia en la calle Gobernador Alonso.

La Madrugada ofreció una nueva imagen del Nazareno con su túnica bordada en oro, dejando así para esta ocasión la lisa de siempre. La única en no hacer el recorrido de la Carrera Oficial.

En la tarde del Viernes Santo hubo detalles que hablan de esfuerzos en la Hermandad del Santo Entierro, como es la recuperación de los bordados que siguen a los de Juan Manuel Rodríguez Ojeda, destruidos en la Guerra Civil. Una forma de recuperar la Memoria Histórica de las hermandades onubenses que tanto sufrieron los asaltos e incendios de sus iglesias.

En La Placeta la Virgen de la Soledad del Silencio marcaba lo que iba a ser el cierre de esta Semana Santa de estaciones de penitencia ante la parroquia de la Inmaculada Concepción. Se ponían las vayas tras su paso, esperando así a que lleguen dentro de un año los niños de la Borriquita con sus palmas rizadas y vuelvan a pedir la venia.

Comenzaba en la jornada de ayer sábado el trajín de levantar los palcos de una Carrera Oficial que este año llegó hasta la esquina de la calle San Salvador. Comienza la limpieza de la cera de las calles y la advertencia de tener cuidado, pues es tiempo de caídas.

En las iglesias ya toca recoger el material utilizado en el cortejo procesional, insignias, enseres y la cera para el requemo. En algunos templos, como en el de San Pedro, los pasos de misterio también volvían a sus almacenes respectivos con la nostalgia de la jornada de salida, resumen de lo hecho durante un año y lo que queda para la próxima.

No se puede olvidar que hoy se vive lo más importante, que es la resurrección, si no, nada tendría sentido. Es lo que se vivían en los templos en la noche de ayer en la vigilia pascual. En esta mañana es la Cofradía del Resucitado la que podrá el punto culminante que dará paso a la Pascua, a las 10:00 desde la iglesia del Pilar, en la Hispanidad.

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