Semana Santa

La provincia arranca su Semana grande

  • La excelente climatología fue el denominador común de las procesiones del Domingo de Ramos, con los niños como protagonistas.

LA Semana Santa arrancó ayer en el Condado, la Costa y la Sierra con un pletórico Domingo de Ramos. La climatología quiso ser más que nunca aliada, permitiendo vivir con intensidad la solera de esta tradición cristiana sin la incertidumbre de años anteriores, en los que la lluvia quiso erigirse en cruel protagonista.

La magnificencia de la jornada tuvo uno de sus grandes escenarios en Bollullos par del Condado, donde La Borriquita inundó de júbilo el municipio, recreando la entrada de Jesucristo en Jerusalén con palmas rizadas y un nutrido cortejo de fieles a su paso. Con puntualidad británica, a las cinco de la tarde, la pieza escultórica de José Espuig (1951) partía desde la capilla de Nuestro Padre Jesús Nazareno en su calle homónima. Sus cerca de 250 nazarenos abrían el paso de la cofradía, todos ataviados con una impoluta túnica y antifaz blancos y el cíngulo y cruz de Santiago Rojos.

Al toque del capataz, Eladio Díaz, y los sonidos de la Banda de Cornetas y Tambores de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Arahal, la procesión arrancó su marcha. El paso, con un exquisito exorno floral de claveles rosas, inició su desfile por las angostas calles del centro, dibujando bellas estampas que conforman la antesala de las escenas de pasión que comienzan el mismo lunes en la ciudad condal. Días en los que se sintetiza la fe cristiana y una tradición que tiene tan acentuada esa vertiente evangelizadora. Como citó ayer el Papa Francisco en la Plaza de San Pedro, "creer en la resurrección de los muertos ha sido desde sus comienzos un elemento esencial de la fe cristiana". Esa demostración de fe fue la que escenificaron miles de nazarenos en las calles del Condado.

Rociana fue otro de los puntosneurálgicos claves para disfrutar del recibimiento al Redentor. Un año más, la agrupación local Nuestro Santísimo Cristo del Amor volvió a poner sus mejores partituras al servicio de esta procesión. A las cinco y media de la tarde la pieza de imaginería de Juan Manuel Parra (2011) volvió a desfilar por su pueblo ante la atenta mirada de los fieles y decenas de nazarenos abriendo el cortejo.

Prácticamente al mismo tiempo que finalizaban algunas procesiones de La Borriquita en el Condado, en La Palma se desataban los aromas de Pasión. La Hermandad del Santísimo Cristo del Perdón, María Santísima de la Soledad, Nuestra Señora de la Amargura, Ánimas Benditas del Purgatorio, Santa Ángela de la Cruz y San Sebastián Martín ponía a dos de sus titulares en la calle.

A las seis de la tarde, desde la Ermita de San Sebastián, el paso del Cristo (Luis Álvarez Duarte 1982) y la Virgen de la Soledad (Gabriel de Astorga 1977) rememoraba el calvario de Jesucristo que ayudaban a poner en situación los nazarenos portando las túnicas negras en sendas imágenes, con botonadura, cíngulo y capa blanca en el paso del cristo y el color burdeos en el paso de la Virgen.

La Semana Santa comenzó ayer con la primera de las seis hermandades que hacen estación de penitencia: la Hermandad de la Borriquita. Lo hizo también con la triste noticia de la muerte de Eloy Palma Castilla, uno de los vestidores de la hermandad durante muchos años y que fallecía en la madrugada del pasado domingo, hecho que provocó un comienzo agridulce y triste.

Las cuatro esquinas de la Iglesia de El Carmen, sede canónica de la hermandad, con salida y entrada de la corporación, estuvo a rebosar de público en la salida. Mucha gente deseosa de Semana Santa y bastantes vecinos de otros pueblos se dieron cita para ver la procesión del Domingo de Ramos.

La Hermandad de la Borriquita ha estabilizado el número de nazarenos en los últimos años en torno al centenar, incluso con ligero crecimiento, con una mayoría de niños, como manda la tradición, y ha consolidado el equipo de capataces y costaleros con un grupo humano que trabaja mucho y bien, como se demostró ayer con una nueva salida del Cristo del Amor para recordar. El paso de Cristo estuvo acompañado musicalmente por la Agrupación Musical de la Victoria de Córdoba y tras el palio la Banda Municipal de Música de Aracena, de altura en componentes y calidad.

La buena climatología y, como es tradicional, las palmas, las ramas de olivo y los niños, que han vuelto a ser los principales protagonistas de los desfiles de la Costa. Como es habitual Ayamonte fue el municipio más madrugador y desde primera hora de la mañana cientos de vecinos poblaban ya las calles del centro en espera de que se abriesen a las 10:30 las puertas de la Parroquia de Nuestra Señora de las Angustias para ver la salida de la procesión litúrgica de gloria de la Hermandad del Señor Triunfante, Cristo del Amor y Nuestra Señora de la Salud de Ayamonte, que sacó a la calle su Señor Triunfante en su entrada en Jerusalén.

Una salida que, como ya se había anunciado los días previos, no se vio alterada por el reciente hallazgo de un retablo (posiblemente del siglo XVII) en la capilla de la que habitualmente hace uso la Hermandad de La Mulita, y que ha sido tapado provisionalmente con una cortina prensada con unos listones para evitar cualquier posible deterioro de la obra.

Para la procesión litúrgica y de gloria, la Hermandad del Domingo de Ramos ayamontino sacó a la calle un paso con el Señor Triunfante, exornado con claveles rosas, obra de Salvador Castillejos (1943), y acompañado por la Agrupación Musical Cristo de la Buena Muerte. El capataz del paso ha sido Joaquín Rodríguez Romero, auxiliado por Amadeo Carro María y Joaquín González Raposo. Los nazarenos, en su gran mayoría niños, visten túnica blanca con capa y antifaz rojo.

Cerró el Domingo de Ramos en la Costa occidental Ayamonte, que a las 20:00 presenció por sus calles la estación de penitencia de la misma hermandad de la mañana, la del Señor Triunfante, Cristo del Amor y Nuestra Señora de la Salud. Al igual que unas horas antes, el cortejo procesional partió desde la Parroquia de Nuestra Señora de las Angustias, aunque en esta ocasión con dos pasos, el del Cristo del Amor, con claveles morados, acompañado por la Agrupación Musical Cristo de la Buena Muerte de la ciudad fronteriza y dirigido por el capataz Jesús nazareno Martín (auxiliado por Damián Carro); y el de Nuestra Señora de la Salud, con flores blancas, acompañada por la Asociación Cultural banda de Música de Bonares y dirigido por el capataz Manuel Gómez Martín, el cual fue auxiliado por Joaquín Landero Romero, Julián Borrero Santos y José Manuel Borrero Santos.

La salida procesional se produjo desde la capilla del Cristo del Mar (en el barrio de Don Ramiro), con dos pasos. La imagen de Jesús en la Burrita es de Antonio León Ortega (1965), siendo el paso de estilo neobarroco calzado por 35 hermanos costaleros dirigidos por Rafael María González. Como segundo capataz actuó José Pérez García, y como contraguía Alejandro García Landero. El acompañamiento musical corrió a cargo de la Agrupación Musical Cristo de la Misericordia de Lepe.

Por otra parte, nuestra Señora de la Paz es una Virgen Dolorosa bajo palio del siglo XVII y modificada por Antonio León Ortega en 1966. Se trata de un paso de orfebrería de estilo neobarroco calzado por 30 hermanos costaleros, que fueron dirigidos por Manuel A. Vaz Martín. Ayudaron a éste como segundo capataz José Martín Riera, y como contraguía Juan Manuel Sánchez y José M. Villegas. El acompañamiento musical del paso de palio correspondió a la Banda Municipal de Música de Villablanca.

La Borriquita partió desde la iglesia de Nuestra Señora del Carmen con un paso, abriendo de esta forma por quinto año consecutivo la Semana Santa puntaumbrieña. La Hermandad de la Borriquita, como se la conoce popularmente en la localidad, tiene 470 hermanos y salió este domingo a la calle con unos 60 nazarenos. Entre los principales estrenos destacó el mantolín y cíngulo donados por Enrique Antonio Cuerda Luna, vestidor y padrino. El paso está compuesto de las imágenes titulares de Padre Jesús del Amor sobre la Borriquita y San Juan Evangelista, ambas obras del escultor Martín Lagares.

El conjunto escultórico procesionó con la figura de Jesús del Amor sobre la Borriquita, San Juan Evangelista y un elemento floral en forma de palmera, y está previsto completarlo en el futuro con imágenes de San Pedro, San Juan, un niño hebreo y una mujer. El paso es obra del Taller Hermanos López de Torredonjimeno (Jaén), contando con cinco metros de largo y dos y medio de ancho, con cuatro candelabros de seis luces cada uno en forma de árbol, ubicados en la superficie. Tiene motivos en forma de ola de cordones marineros, además de cuatro angelotes que flanquean el paso en sus esquinas. Asimismo, posee ocho trabajaderas para un total de 40 costaleros.

En Isla Cristina, la procesión de La Mulita, como se la conoce popularmente en la ciudad costera, salió desde la parroquia de Nuestra Señora de Los Dolores a la misma hora que las dos anteriores para abrir la Semana santa en la localidad. Esta hermandad sacó a la calle, como es tradicional dos pasos, que se recogieron pasadas las 19:00. Sus puntos más recomendables volvieron a ser un año más su salida de su templo, su transitar por la calle Baja, y el saludo a la Parroquia del Gran Poder, sin olvidar su paso por la Carrera Oficial y por las calles Santo Domingo de Guzmán y Serafín Romeu Portas.

A las 18:30 salió desde la Parroquia de San Pedro Apóstol de Cartaya la Hermandad de la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén, más conocida como La Borriquita, cuyo único paso recorrió las principales calles de la localidad para entrar de nuevo en el templo a las 22:00. La procesión estuvo acompañada musicalmente por la Agrupación Musical Veterana de Sevilla y los menores fueron un año más los verdaderos protagonistas, volviendo a lucir el típico tocado hebreo en el caso de las niñas, y las túnicas blancas en el de los niños. El capataz fue un año más el mismo hermano mayor de la hermandad, Sebastián Pedraza.

Se trata de un paso de misterio cuyas imágenes representan la entrada de Jesús en Jerusalén, obra del tallista onubense Luis Barrios. La imagen de Jesús es una obra de la casa Arte Cristiano de Olot (Gerona), que fue estrenada en 1951. Desde 1998 le acompaña un niño hebreo tallado por Fernando Álvarez Galán y, en 2008, se incorporó una imagen de la Virgen tallada por David Valenciano.

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