La ilusión de unos niños se ha convertido en una realidad. Aquellas primeras salidas de la cruz de mayo a modo de juego, o la virgencita bajo un palio, sirvió para unir a unos chavales que con el tiempo y el esfuerzo ha dado lugar a la Hermandad de Nuestra Señora del Prado en su Dolor. A su capilla acudió esta semana el obispo de Huelva, José Vilaplana Blasco, para presidir una misa de acción de gracias.

Alejandro Barroso Palma era uno de esos niños de unos nueve años que sintieron esa inquietud que durante cuatro años les llevó a sacar una pequeña Virgen en un paso de palio por las calles de la barriada de El Higueral.

En 2009 llega la actual imagen de la Virgen del Prado en su Dolor y el proyecto se convierte en una cosa mucho más seria. Los niños hacen que se acerquen personas mayores que les acompañan en esta empresa haciendo suya la idea de la creación de una hermandad. Así se incorpora como presidenta Ángela Ortega.

Los pasos siguen siendo los mismos, la integración en el barrio con sus salidas desde el centro social de El Higueral, porque no existe templo en la barriada con dimensiones suficiente para ello. Mientras que cada vez hay una mayor integración en la parroquia de San Pablo. Su párroco Eugenio Lobo es el que les dará el apoyo suficiente para que se conviertan en asociación parroquial y les cede la antigua capilla en la calle Costa Rica, para que puedan desarrollar la vida de hermandad. Un primer gran paso, el reconocimiento y la integración en la vida parroquial.

Ahora todo es una alegría desbordada en los hermanos y en todo el barrio con la constitución como hermandad de penitencia, que se integra en el Consejo de Hermandades y Cofradías de la Semana Santa de Huelva.

En estos momentos la hermandad no se va a plantear la posibilidad de realizar la Carrera Oficial. Son conscientes de que primero hay que trabajar mucho en el barrio y que se conseguirá a muy largo plazo. Por ahora continuarán con su salida en el Viernes de Dolores para consolidarse no solo como hermandad, sino también como cofradía en la calle, ya que tiene también presente la realización del paso de palio que es un diseño de Álvaro Abril de Granada, de estilo imperio, del que ya se tiene la peana y se irán estrenando en los próximos años las jarras y violeteros.

Continuarán saliendo desde el centro social de El Higueral, aunque destacan que no se contempla el cambiar a un templo desde donde puedan salir, entienden que no tendría sentido, pues es del barrio y creada por sus niños. Con ello este será uno de los proyectos en los que deberán trabajar, en levantar una capilla o casa de hermandad desde donde poder realizar su salida procesional. Y también llegará la imagen del titular, pero eso más tarde.

Lejos queda, por tanto, la Carrera Oficial, esperan consolidar aquí el proyecto sin prisas, están muy lejos del centro y dicen que para ir con 50 penitentes y volver con 15 siempre hay tiempo, por eso “tenemos que consolidar antes la cofradía, para que ir al centro sea un paso adelante y no para atrás”, dice Alejandro Barroso, promotor de la hermandad, que muestra su alegría por conseguir este sueño.