Tampoco pudo ser este año. Era la segunda ocasión en el que La Sentencia intentaba llegar a carrera oficial, pero por el mismo motivo que el año pasado, no pudo ser: la lluvia.

San Francisco de Asís era un hervidero de ilusión y alegría. Los hermanos de La Salud estaban a la espera de iniciar camino a Huelva y así parecía hasta que 10 minutos antes de la salida, el hermano mayor, Cipriano Vázquez, anunció la demora de una hora. La idea era una vez en la calle, apretar el paso para llegar a La Placeta, a su hora oficial y de este modo no tener que esperar a pasar los últimos de este Martes Santo.

De este modo se aplicaba por vez primera este año, el protocolo de demora de una hora. Durante ese tiempo, no dejó de llover con intensidad sobre Pérez Cubillas. La ilusión era tan grande porque La Sentencia llegara a La Placeta, que a las 16:15 se abrían las puertas del anexo de la iglesia. Los minutos pasaban y la lluvia no cesaba, pero la decisión era firme: la cofradía salía y así fue.

Un cuarto de hora después el paso estaba a punto de tocar el firme de la calle. La expectación, el nerviosismo y una frustración creciente se iban adueñando del ánimo de los presentes que sin embargo, seguían con la ilusión puesta en la carrera oficial. Ante la insistencia de la lluvia se realizó un último intento: se puso un capote al titular para guarecerlo de las inclemencias del tiempo y así salió el paso que fue recibido con entusiasmo. Pero finalmente, no pudo ser. La meteorología no cambiaba y el hermano mayor acabó por dar la orden de regreso al templo, cuando la cruz de guía se encontraba cerca de trafico Pesado. Los cofrades del cortejo tomaron Río Guadaira para volver a la parroquia y de este modo, acabó un Martes Santo triste que pese a ello, no acabará con el fervor que este barrio tiene hacia La Sentencia.