50 años subiendo hacia la gloria

El aguaó

La cofradía cambió en 1965 su recorrido de vuelta subiendo por la entonces Vía Paisajista

El Señor de las Tres Caídas inicia la subida de la cuesta.
El Señor de las Tres Caídas inicia la subida de la cuesta.
Antonio Frochoso Gil

30 de marzo 2015 - 06:00

CORRÍA el año 1965, concretamente el 12 de abril, cuando la nueva Junta de Gobierno que presidía por aquel entonces Francisco Belda Guillén decidía algo en lo que 50 años más tarde se iba a convertir en una de las señas de identidad más emblemáticas para la Hermandad de las Tres Caídas: coger por la Vía Paisajista de regreso al templo del Sagrado Corazón de Jesús.

Se conmemora, pues, en este 2015, 50 años de aquella histórica y trascendental decisión que tanto ha marcado a esta querida y admirada hermandad desde entonces. Y así, excepto en cuando el tiempo meteorológico lo ha impedido, no ha dejado de pasar el Señor de las Penas y María Santísima del Amor por esa cuesta. Subiendo esa gloria que para ellos, como para todos los onubenses, representa cada Lunes Santo la Vía Paisajista. Y con valientes y arriesgadas decisiones, como la tomada, te demuestran toda la sabiduría cofrade que sus dirigentes llevaban dentro. Y digo esto porque hay que pensar en la fecha de la que estamos hablando, ya que los que portaban los pasos no eran hermanos costaleros -que son capaces de dejarse la vida en pro de su hermandad si fuese necesario- sino que eran personas que cobraban por llevar los pasos y no creo que les hiciese mucha gracia subir esa cuesta cuando se podía regresar al templo por caminos menos sufridos, aunque fuesen más largos.

Por ejemplo, en años anteriores se regresó, tras pasar por Carrera Oficial, por Rascón, Hernán Cortés, Queipo de Llano, Avenida de Italia, Rábida, Primo de Rivera, 18 de Julio, Sundheim, Carretera de Sevilla y Montiel Pichardo, con salidas entre las 7:30 y las 8 de la tarde y regreso entre la 1:00, precisamente ese año de 1965, y las 2:30 de la madrugada. El regreso al templo ese año de 1965, tras pasar por Carrera Oficial, fue por Méndez Núñez, lateral de Plaza de la Monjas, Millán Astray, Vía Paisajista, Carretera de Sevilla y Montiel Pichardo. Un año en el que la hermandad estrenó algunas varas, una bandera de raso y los respiraderos y cordones de oro para el palio, y la Virgen del Amor, una rica y bella mantilla en oro y encajes regalo de una hermana.

Hablar de la Vía Paisajista sin nombrar a las Tres Caídas, o viceversa, hoy en día en Huelva no tiene sentido. Es tal la unión que existe entre esta calle y la citada hermandad que ya cada día, y desde 2002, su rotulación nos hace a todos partícipes de tal relación ya indisoluble. Y de camino, para todos aquellos que lo desconozcan, que sepan que hay un momento del año que por allí ocurre algo grandioso, majestuoso e irrepetible. Y como así lo veo, lo siento, lo vivo, lo disfruto y hasta lo envidio, al no poder ser costalero de una de sus trabajaderas, digo lo que estoy diciendo.

Estar junto a la Hermandad de las Tres Caídas subiendo la Vía Paisajista junto a ellos es de esos momentos sublimes, inigualables e irrepetibles que hay que sentir y vivir llegado cada Lunes Santo. Y el que no lo haga, y que algunos me perdonen, no es ni cofrade ni capillita ni de . Por eso, hermano -y especialmente tú, costalero- de las Tres Caídas no sabes bien lo orgulloso que tienes que estar de serlo. Y porque cada Lunes Santo así nos lo hacéis llegar a lo más profundo de nuestros corazones, nada más que me queda felicitaros muy efusivamente por tal efeméride.

Que el Señor de la Penas y su bendita Madre, la Virgen del Amor, os premie por los años que lleváis haciéndonos disfrutar desde hace 50 años por la Vía Paisajista.

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