Pórtico de semana santa

75 años de la 'Virgen bonita'

  • Un día como hoy fue bendecida. Estrenó un palio de diez varales.

La llegada a la Hermandad de Pasión del médico Rafael Coello Vallarino, nombrado en 1940 hermano mayor, va abrir una nueva etapa con la incorporación de una imagen titular para la cofradía. María Santísima del Refugio llega para hacer su salida procesional el Martes Santo de 1941, un regalo de la esposa del nuevo hermano mayor, Concepción Moreno.

Este es un tiempo nuevo para la hermandad en el que, de alguna forma, entra en "franca prosperidad y acelerado engrandecimiento". Desde la Semana Santa de 1940 ya se habla de la llegada de la nueva imagen de la titular y hay una campaña de captación de hermanos. Aquel Martes Santo se reparte un folleto con la proclama: "Es necesario que ames más a Huelva de lo que la amas. Que contribuyas al esplendor de su Semana Santa, cada vez más hermosa y digna de nuestro pueblo, con tu entusiasmo moral y material. El año próximo nuestra Real Hermandad de Pasión, hará estación con su segundo paso, dedicado a María Santísima del Refugio (…) pero para eso hace falta tu cooperación entusiasta y decidida. Si todavía no lo eres, ingresa en nuestra Hermandad de Pasión en esta misma que estás viendo esta noche".

La advocación de la Virgen será la de Refugio, una propuesta del historiador y miembro de la junta de gobierno Diego Díaz Hierro. Una advocación que siempre recordará al antiguo refugio de la calle Jesús de la Pasión, ubicado en la ermita de la Soledad cuando esta se encontraba dedicada a la asistencia social. Ella es el Refugio de todos, consuelo de todo un barrio. La imagen fue adquirida al taller de Infante Reina, aunque es una obra anónima del siglo XVIII o principios del XIX.

La bendición de la sagrada imagen tiene lugar el 7 de marzo de 1941, en el primer día del triduo de la hermandad. Se le anunciaba como la 'Virgen bonita': "Mañana viernes, antes de dar comienzo a los solemnísimos actos del triduo se bendecirá en la Santa Iglesia Mayor de San Pedro la preciosa imagen de Nuestra Señora del Refugio que, con el seudónimo popular de la 'Virgen bonita', empieza entre los entusiastas cofrades y devotos a conocerse".

Nada más estar la Virgen del Refugio en Huelva, Diego Díaz Hierro le dedica grandes elogios: "Es tal la dulcísima expresión de angustia resignada en la recién llegada imagen, titular de la simpática cofradía del Martes Santo, que en su bellísimo rostro hay un refugio maternal y consolador visible desde el feliz instante de postrarnos o situarnos ante Ella, como si respondiese a su gloriosa advocación". Les daba la enhorabuena a todos: "Gozo para todos los onubenses y aún para aquellos mismos que vean este triunfo bajo el punto de vista artístico y aun local. Jubilo con el escultor y para el escultor con la cofradía, y para ella y con todos los choqueros que por encima de todo muestran las doradas espigas de su buena fe y entusiasmo por los progresos locales".

Los cultos comenzaron a las 19:30 con el primer día del triduo y la bendición de María Santísima del Refugio: "Fue bendecida con toda solemnidad la imagen bellísima de Nuestra Señora del Refugio por nuestra dignísima autoridad eclesiástica, el señor arcipreste Julio Guzmán López, ayudado por los señores coadjutores de dicho suntuoso templo de San Pedro". Después de exponerse el Santísimo, rezo del rosario, letanía cantada y ejercicio del triduo y cánticos, ocupó la sagrada cátedra el jesuita Ezequiel González, director del apostolado de la Oración de San Francisco, que habló de 'Jesús de Pasión en su sublime magisterio'. "Finalizó con un sentido elogio para las bellas imágenes de Jesús de Pasión y la 'Virgen bonita' y palabras de aliento y enhorabuena para la laboriosa y popular cofradía de San Pedro".

En cuanto a la participación, la crónica periodística señala: "El templo arciprestal como era de suponer, estaba completamente lleno de fieles y cofrades. Estos hermanos han asistido en número crecidísimo".

Estas crónicas escritas por Díaz Hierro para el Diario de Huelva llevaban siempre los elogios a la 'Virgen bonita', como la del segundo día del triduo: "El sermón satisfizo y enfervorizó mucho a cofrades, 'capillitas' y fieles, que no cesaban de entregarse al Refugio y candor de la Virgen bonita y pálida. Palidez que enamora".

El último día del triduo, el domingo 9 de marzo, se celebra a la finalización de los cultos, "en homenaje y reparación a Nuestra Señora del Refugio un piadoso besamanos a tan hermosísima imagen". Los cultos de Pasión habían abierto la puerta a la Cuaresma y concluyeron con bastante participación el domingo día 9. Se elogiaba la predicación de Ezequiel González, que "nos enfervorizó por la mañana, en la solemne función principal, y nos emocionó por la noche con su hermosa participación y con su súplica a la Santísima Virgen que tan encendidamente brotó de su corazón y de sus labios en verbo emocionado y piadoso. Muchas fueron las lágrimas que brotaron de los fieles". Por la noche se celebró el solemne besamanos que terminó a las diez de la noche, cuenta Odiel.

La procesión del Martes Santo, 8 de abril de 1941, resultó de un esplendor que siempre recordó la hermandad. La imagen de Nuestro Padre Jesús de la Pasión lucía túnica blanca, que estrenaba y que solo viste en contadas ocasiones; mientras que incorpora el paso de palio, con la peculiaridad de llevar diez varales, para procesionar a la Virgen del Refugio.

Muchos detalles tuvo esa procesión, la presencia de la Banda de Cornetas y Tambores de la Policía Armada de Sevilla fue especialmente bien acogida desde que llegó a la ciudad, atrayendo la curiosidad de todos.

El cortejo lo abría cinco números de la Policía Municipal a caballo, siguiendo la Banda de Cornetas y Tambores de la Policía Armada de Sevilla. Después de la cruz de guía, seguían dos largas filas de nazarenos con túnicas de color morado. El paso del Señor causó también sensación ese año, "presentaba un golpe de vista de gran recogimiento religioso. Le escoltaba siete números de la Policía Armada". Lo más destacado, el estreno de la túnica blanca: "La devota imagen del Señor de Pasión aparecía revestida de túnica blanca. Cuatro blandones granas, uno en cada esquina del paso resaltaba su sobrio aspecto. Detrás del paso iban numerosas devotas".

En una de las crónica periodísticas del día se da cuenta de ello y hasta dónde había emocionado su presencia ese año: "Lo que no se ha podido decir, ni podremos decirlo nosotros, es la emoción que nos produjo a todos el paso del Señor este año. Con una sobriedad de arte y buen gusto, la imagen del devotísimo y venerado Jesús de Pasión, vestido con elegante túnica blanca".

Detrás, "dos largas filas de penitentes con túnicas de color negro", el clero parroquial y delante del paso de la Virgen la presidencia de la hermandad con el arcipreste de Huelva, Julio Guzmán López; Federico Delgado de la Corte, por la Hermandad del Nazareno, y miembros de la junta de Pasión.

El paso de la Virgen del Refugio "fue grandemente elogiado por su hermosura. La Virgen lucía manto de terciopelo azul, mantilla de tul y saya blanca bordada en plata, valiosa corona dorada y alhajas. Completaban el exorno del mismo rica candelería de plata, jarrones y muchas flores blancas". El paso iba escoltado por la Policía Armada y detrás iba de preste el presbítero José Muñoz.

En la presidencia oficial estaba el alcalde de Huelva, Joaquín González Barba, asistiendo concejales, representantes militares, de la Comandancia de Marina y presidente de la Audiencia.

Cerraba marcha la Banda Municipal de Música de Huelva, que en ese año estrenaba nuevas marchas fúnebres procesionales. No faltaron tampoco las saetas por el itinerario.

La cofradía había salido a las 21:00 y el itinerario aún no le lleva por Madre Ana, ofrecieron también horarios en distintos puntos. Así el recorrido fue: plaza de San Pedro (21:00), Fuente, Plaza Quintero Báez, Tres de Agosto, Vázquez López, Palacio (22:30), Concepción (11:15), Méndez Núñez, Isabel II, Puerto (a las 12:00 en el Ayuntamiento), Paseo de Santa Fe (00:30) y Plaza de San Pedro (01:00).

El resumen: "como decimos, la procesión resultó muy brillante contribuyendo también a ello la espléndida noche primaveral de que , al fin, gozamos".

Siguieron en otros días los elogios a la Virgen: "Ha sido visto, admirado y elogiado por todos la Santísima Virgen que es bonita de verdad, no necesitaba de mucho lujo para que apareciese hermosa".

"Vibró la tierra su canción de flores y la noche, con un azul ingenuo, se ruborizo de estrellas y de aromas".

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