Ha sido costalero del palio de la Virgen del Amor y cuando dejó el costal la hermandad le encomendó la tarea de servidor del paso de la Virgen del Señor de las Tres Caídas.
-¿Cómo llega a la hermandad?
-Estábamos ensayando en el almacén de trigo del Molino con la cuadrilla del Nazareno cuando llegaron a buscar gente para formar las cuadrillas de la Victoria y el Amor y yo me apunté.
-¿Y al final?
-Pues me quedé en el palio del amor y desde aquel año de 1978 hasta hoy al lado de la Virgen.
-¿Por qué deja el Nazareno?
-Los ensayos eran el mismo día y al final me decidí por quedarme en las Tres Caídas, encontré aquí mucho más calor.
-¿Desde cuándo de servidor de la cofradía?
-Desde hace 10 años soy el mechero del palio de la Virgen del Amor y desde hace dos el que se encarga de ponerle al Señor la cruz y el caso al romano.
-Cuando está con el Señor...
-Es como si estuviera sólo, hay muchas miradas hacia él, pero yo estoy a su lado y eso me produce una sensación de tranquilidad, respeto y alegría.
-También le pone el casco al romano.
-Sí, es el que va con el látigo detrás del 'Manué', por eso lo castigué el año pasado y le puse el casco al revés. La verdad es que me lo dieron mal y arriba no puedes hacer nada, hasta que me di cuenta que estaba al revés y lo cambié.
-¿Al final es un regalo estar ahí con el Señor?
-Sí, no he sentido nada igual ni en los 20 años debajo del paso. No se si me han premiado, si lo pensaron así, pero yo lo agradezco.
-¿Qué liturgia tiene encender el palio de la Señora del Amor?
-Por cada vela que enciendo en la iglesia rezo un avemaría, así que cuando termino salgo corriendo a la sacristía a beber un poco de agua.
-¿Y en la calle?
-Voy pendiente no sólo de encender las velas sino de todo el contorno del palio, para que no ocurra nada.
-Su madre le cantaba saetas .
-Sí, en el barrio, allí entre todos se fue haciendo la cofradía.
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