Asenjo invita a "reforzar la semilla de la identidad de la hermandad"

El arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, volvió ayer a encomendar a la Hermandad de la Victoria a San José, como lo hiciera hace 75 años Pablo Rodríguez, que puso en marcha esta cofradía con un grupo de onubenses para levantar espiritual y materialmente la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, uno de los templos destrozados en los asaltos a las iglesia de la ciudad en julio de 1936, durante la Guerra Civil.

Una función solemne en la que el Señor de la Humildad presidía el altar mayor en un exorno elegante y a la vez sobrio. Se manifestaba en este acto la gratitud por los 75 años de historia que nace porque "todo lo que recibimos es obra del Señor", señaló Juan José Asenjo en su homilía. Un tiempo que ha permitido que pasaran por esta hermandad los padres y abuelos de los hermanos de hoy, constituyendo "una escuela de vida cristiana, yunque de fraternidad, de formación cristiana y de espíritu apostólico". Así se miraba al pasado para pensar en el futuro, "para reforzar la semilla de la identidad de la cofradía", dijo Asenjo quien recordó las palabras de Benedicto XVI dirigidas a las hermandades de Italia en 2006, "que deben convertirse en escuelas de vida cristiana y talleres de santidad".

Desde este punto de partida, el arzobispo marcó las pautas que deben seguir los cofrades del Polvorín en esta nueva etapa que ahora comienza, convirtiéndose en "cristianos notables, de calidad", "cofrades de compromiso interior".

"Cristianos bien formados, no con la fe del carbonero", para de esta forma "dar razón de nuestra fe y esperanza, no podremos anunciar el evangelio sino estamos bien formados". El prelado invitó a seguir el plan de formación cristiana de adultos. Otro de los aspectos esenciales es la atención social y caritativa. "Preocupándose de los pobres, de esta legión de personas necesitadas que nos ha traído la crisis; hay mucho dolor, mucho sufrimiento". Juan José Asenjo le dijo a los cofrades de la Victoria que "tenemos que salir al encuentro de esas personas", "hay que bajar de la cabalgadura de la autosuficiencia". He identificó a "un cristiano cofrade cabal", como "una persona con corazón de apóstol" y dijo que hay que referirse a la fe "sin miedo ni vergüenza, hablar del Señor a los hijos, a los amigos, en la vida social y siempre con el testimonio atractivo de vuestra vida".

Se refirió a la comunión con la Iglesia, "las hermandades no son entes independientes, se legitiman en comunión con la Iglesia, con las parroquias, con sus sacerdotes, con las hermandades". "Cultivemos -añadió- la comunión interna y dejemos los escándalos que producen fracturas". Con estas tareas ofrecidas a la Hermandad del Polvorín, Juan José Asenjo les ponía de referente a San José, "a él os encomiendo para la nueva etapa, para convertiros en fruto de vida cristiana" y recordó al Papa Francisco, a sus palabras en el encuentro con los cofrades del pasado año, cuando señaló que "las hermandades son un tesoro para la Iglesia, si son ejemplos de vida cristiana y talleres de santidad".

La imagen del Señor de la Humildad retornará a la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús el próximo sábado. La salida de la Santa Iglesia Catedral será a las 18:00 y está previsto que llegue al Polvorín a las 23:00. La imagen pasará por la iglesia de la Concepción, la de la Esperanza y la capilla de las Hermanas de la Cruz.