Semana Santa

Alfonso C. Ortega Vizcaya: Cuatro décadas de la Unión de Cofradías de Huelva

  • Un tiempo difícil en el que las cofradías lo afrontaron con ilusión y no sin esfuerzos

  • Se consolida la muestra de arte, el vía crucis, el certamen del cartel o la edición del pregón

En un pleno en el Obispado presidido por Bernardo Romero, junto a José M. Badajoz, Antonio Bayo y José Vargas.

En un pleno en el Obispado presidido por Bernardo Romero, junto a José M. Badajoz, Antonio Bayo y José Vargas. / archivo huelva informacion

Alfonso Carlos Ortega Vizcaya. Alfonso Carlos Ortega Vizcaya.

Alfonso Carlos Ortega Vizcaya. / HUELVA INFORMACION

En la ermita de la Soledad, tuvo lugar ayer un memorial dedicado a Alfonso Carlos Ortega Vizcaya, que fuera hermano mayor de la Hermandad del Santo Entierro, en la que se recordó también su etapa como presidente de la Unión de Cofradías, a la que llegó como vocal en 1978 y el 9 de febrero de 1981 accede al cargo de presidente, en el que estuvo durante dos mandatos, hasta el 24 de junio de 1985. Se celebró una eucaristía presidida por Emilio Rodríguez Claudio, asistiendo el hermano mayor de la Hermandad del Santo Entierro, Javier Mesa, así como familiares y amigos.

La etapa de Alfonso C. Ortega al frente de la Unión de Cofradías viene a coincidir con un periodo nada fácil para las hermandades, cuando las mismas se adaptan a la nueva situación democrática. Una época llena de esperanza pero igualmente difícil, pues en aquel momento la mayoría de la sociedad pensaba que las cofradías desaparecerían o en el mejor de los casos languidecerían.

En la presentación del cartel de la Semana Santa de 1985 en la intrevención del alcalde José Antonio Marín, aparecen Marisol Rodríguez, Aurelio Barreda, Oliva Tornero, José Manuel Badajoz, Manuel Castillo; detrás, Antonio Díaz Roca, José Pons, Paco Contioso y Francisco Llonís. En la presentación del cartel de la Semana Santa de 1985 en la intrevención del alcalde José Antonio Marín, aparecen Marisol Rodríguez, Aurelio Barreda, Oliva Tornero, José Manuel Badajoz, Manuel Castillo; detrás, Antonio Díaz Roca, José Pons, Paco Contioso y Francisco Llonís.

En la presentación del cartel de la Semana Santa de 1985 en la intrevención del alcalde José Antonio Marín, aparecen Marisol Rodríguez, Aurelio Barreda, Oliva Tornero, José Manuel Badajoz, Manuel Castillo; detrás, Antonio Díaz Roca, José Pons, Paco Contioso y Francisco Llonís. / ARCHIVO HUELVA INFORMACIÓN

Alfonso C. Ortega lidera con las hermandades desde la Unión un momento en el que con los escasos recursos que se disponían había que sacar las cofradías adelante, pero además hacerlas fuertes y mirar con ilusión al futuro. Es cuando no se escatiman esfuerzos, aunque las hermandades no disponían de grandes recursos.

Al frente de la Unión de Cofradías pone en marcha, en 1982, la recordada exposición de arte sacro en el salón de plenos del Ayuntamiento de Huelva, no se realizaba desde el periodo de 1952 a 1956. Muestras cofrades de verdadero éxito, se dignificaban los enseres cuyos estrenos a lo más que podían aspirar previo a su salida era a estar expuestos en algún comercio de la calle Concepción.

Es el primer paso a futuras muestras cofrades que lo mismo que hoy recordamos con felicitación las últimas, aquellas de los años ochenta constituyeron todo un acontecimiento en una Semana Santa ávida de cosas y, además, necesitada de mostrarse a la ciudadanía, había que difundirla pues aunque llegaban los hermanos costaleros era necesario ir superando viejos estereotipos que de nada nos hacían el bien.

En el plano cultural surgen otras iniciativas. En 1983 se convoca el primer concurso de diapositivas para la designación del cartel anunciador de la Semana Santa de Huelva. No era entonces fácil la elección, al menos para contentar a todos incluso no se permitían los filtrajes o manipulaciones fotográficas, todo muy estricto técnicamente; pero a pesar de ello se editaron grandes carteles fotográficos, otros no tanto.

En lo musical se instauran los conciertos de marchas, se potencia el concurso de saetas con Radio Popular o la escenificación teatral de Passio, lo que en los últimos años vuelven a popularizar algunos colegios y grupos teatrales en la antesala de la Semana Santa.

Alfonso Ortega, entre Rafael López y José Manuel Badajoz en un acto de la Unión. Alfonso Ortega, entre Rafael López y José Manuel Badajoz en un acto de la Unión.

Alfonso Ortega, entre Rafael López y José Manuel Badajoz en un acto de la Unión. / archivo huelva informacion

A partir de su llegada al frente de la Unión, el pregón de la Semana Santa va a experimentar un gran cambio, primero en el día de la celebración que se fijará el Domingo de Pasión desde 1982, como hasta ahora y, lo que no es menos importante, se inicia la publicación de los textos de los pregones, convirtiéndose en una publicación que guarda nuestra memoria cofrade.

La divulgación también tiene un impuso en este periodo, cuando se promueve la edición de la revista de Semana Santa en 1984, después de que estás llevaran décadas sin editarse. Es aquella Unión la que abre el interés a otros colectivos a seguir con estas publicaciones.

Una mano tendida también a los que les precedieron. De alguna forma se abría un nuevo periodo en la Semana Santa y en 1983 promueve un homenaje a todos los presidentes vivos del organismo cofrade; se había, además, institucionalizado la medalla de la Unión.

No se debe olvidar que es en estos primeros años cuando se inicia el vía crucis de las hermandades en 1980 y con la junta de Alfonso Ortega se consolida.

Es la creación del Secretariado y llega la incorporación de nuevas hermandades

La recompensa en este esfuerzo colectivo por la Semana Santa se notará en este periodo con la llegada de nuevas hermandades como es la entrada en la Unión, en enero de 1983 de la Hermandad de la Misericordia; en marzo de 1985 lo hace el Cautivo tras su primera etapa como Resucitado en 1981; en 1985 se bendice el Cristo de la Sagrada Lanzada como antesala a la creación de la hermandad de penitencia que ingresa al año siguiente. No hay que olvidar que los primeros movimientos para fundar la Hermandad del Perdón se inician en 1984.

Nada más llegar la junta de Alfonso Ortega, en 1981, se promueve la celebración de la Asamblea General Diocesana de Hermandades y Cofradías, tan demandada en un momento crucial pues la sociedad, también estaba experimentando un cambio social gracias a la llegada de la democracia que se verá reflejada en las hermandades. Este encuentro dará lugar a la creación del Secretariado Diocesano de Hermandades y Cofradías, y entre sus miembros nato estará el representante de la Unión. Sin duda todo un acontecimiento, que tenía su precedente en 1955 y que no vuelve a repetirse hasta 2014. Entonces se marcaron pautas muy importantes para el futuro de nuestras hermandades.

La relación con la Iglesia va a tener a partir de ese momento una mayor fluidez, que se ve reflejada en aspectos como el hecho de que se le facilita a la Unión de Cofradías unas dependencias en el mismo Palacio Episcopal, que se inaugura en noviembre de 1984.

En lo institucional, hay que hablar de la relación con el Ayuntamiento, que colabora con las cofradías en 1982 con 220.000 pesetas, lo que suponía un incremento de un 10% con respecto al tiempo anterior. En ese mismo periodo de tiempo fue hermano mayor de la Hermandad del Santo Entierro, más tarde estuvo al frente de la gestora de la hermandad los años 1992 y 1993, en la antesala a la vuelta a la ermita de la Soledad en 1995 y pregonero de su hermandad en ese mismo año.

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