Actualmente, son muchos los motivos que pueden llevar a una mujer a recurrir a la vitrificación de ovocitos (congelación de óvulos) con el fin de retrasar su maternidad o de preservarla ante posibles complicaciones. 

El principal motivo que puede llevar a una mujer a retrasar su maternidad es el económico. La situación laboral que se atraviesa hoy es precaria tanto a nivel salarial como de condiciones laborales, por lo que muchas mujeres trabajadoras se encuentran ante la imposibilidad de hacer frente a los gastos que supone un niño. 

No obstante, no ese es el único motivo. Existen determinadas enfermedades cuyos tratamientos pueden derivar, a largo plazo, en esterilidad. Ejemplo de ello es el cáncer y su quimioterapia. 

Las situaciones son diversas, pero, al final, la solución es la misma: congelar los óvulos para asegurarse una futura maternidad. Sin embargo, en función del motivo por el que alguien se vaya a someter a este tratamiento, podrá optar a un tratamiento por la Seguridad Social o tendrá que pagar a una clínica privada. 

Congelación de óvulos por la Seguridad Social

Los recursos de la Seguridad Social son limitados y preciados, por lo que no puede permitirse el lujo de congelar los óvulos de todas las mujeres que lo deseen. 

Por ello, en el único supuesto en el que la Seguridad Social facilitará la vitrificación de ovocitos es en el caso de que la mujer vaya a someterse a algún tipo de tratamiento que derive en esterilidad. 

Los equipos médicos del ámbito público informan a las pacientes de los riegos que pueden padecer al someterse a determinados tratamientos, y, en función de la edad fértil de la paciente, serán ellos mismos los que le den la posibilidad de congelar sus óvulos para una futura fecundación in vitro. 

Clínicas privadas de fertilidad

Otra de las opciones a la que se puede recurrir es a la atención médica privada, pero esta opción también tiene limitaciones, ya que no todas las personas pueden hacer frente a los altos precios de este tipo de clínicas. 

En este caso, tanto mujeres que vayan a someterse a un tratamiento agresivo como aquellas que deseen una congelación prematura para retrasar su maternidad por motivos personales podrán hacerlo, pero el precio oscila entre los 2.500 y los 3.500 euros. 

Todo dependerá de la clínica a la que se acuda. A ella no solo se subordina el precio, sino lo que se incluye dentro del mismo, como las terapias de hormonación, medicamentos, punción, etc. 

Huelga decir que este es el precio de la vitrificación de ovocitos, pero no de la fecundación in vitro. Si una paciente congela sus ovarios en una clínica, tendrá que pagar posteriormente el precio correspondiente al tratamiento de fecundación, ya que son dos cosas completamente diferentes.