Covid persistente, una patología crónica que sigue presentando retos

Atención Primaria

El reconocimiento del Covid persistente como enfermedad crónica supone un avance clave, pero pacientes y expertos advierten de que aún faltan recursos, investigación y atención especializada

Expertos y pacientes implicados en la Red Española de Investigación en Covid Persistente (REiCOP) durante el acto inaugural con la ministra de Sanidad, Mónica García. / M.G.
Silvia C. Carpallo

15 de septiembre 2025 - 09:33

Este verano se daba a conocer que el Covid persistente era declarado como una enfermedad crónica. Un paso adelante necesario para afrontar todos los retos que aun viven estos pacientes, pero que por el momento no ha sido suficiente.

Para abordar la realidad actual de estos pacientes, la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) y la Red Española de Investigación en Covid Persistente (REiCOP) han celebrado la jornada científica sobre Covid persistente en la que se ha debatido sobre estrategias de abordaje y los más recientes hallazgos en investigación, desde el punto de vista de profesionales sanitarios, investigadores y, especialmente, de las personas afectadas. Como exponía Juan Torres Macho, internista del Hospital Infanta Leonor-Virgen de la Torre de Madrid, el reconocimiento como enfermedad crónica: “Es fundamental y abre el interés a financiación de investigación, a organizaciones asistenciales, etc.”. Asimismo, el hecho de tener este reconocimiento abre la puerta a poner adaptaciones escolares y laborales que hasta ahora no existían.

No obstante, este reconocimiento no es suficiente. Gran parte del problema viene de la falta de estructura sanitaria. “No sabemos cuál es la magnitud del problema ahora”, insistía Torres Macho, ya que consideraba que la gripalización del Covid ha llevado a no saber la incidencia real de la enfermedad y, por tanto, de los casos de Covid persistente que siguen apareciendo. Otro problema relacionado es que no existe un biomarcador que pueda identificar la enfermedad y aunque la evidencia científica habla del cúmulo de síntomas, lo cierto es que esto en la práctica clínica lleva a que no se identifiquen todos los casos y a una infravaloración de los mismos. Todo ello relacionado con que no hay un tratamiento específico que funcione, lo que, según el experto, lleva a muchos profesionales a no saber cómo abordarlo y no prestarle la atención suficiente.

Asimismo, al igual que es un punto positivo que sigan existiendo ensayos clínicos para conocer más sobre esta patología, en cuanto a la búsqueda de nuevas moléculas los avances que se habían hecho quedaron estancados.

La jornada recordaba casos reales como el de una sanitaria de 45 años, activa físicamente, que realizaba maratones y que ahora solo puede salir a pasear en silla de ruedas. Su hijo adolescente, también diagnosticado de Covid persistente, con un gran currículo educativo y jugador de baloncesto, ha tenido que suspender sus actividades extraescolares y sociales, y asumir que, pese a esforzarse más que antes, sus notas se han visto muy afectadas debido a su afección cognitiva. Un impacto real en la vida familiar que sigue sin respuesta.

Si bien es cierto que la Covid persistente no tiene un tratamiento farmacológico efectivo disponible, sí que hay síntomas que pueden beneficiarse de la rehabilitación, como son estos casos de trastorno cognitivo y fatiga, que deben abordarse por el neuropsicólogo. No obstante, hay una gran falta de equidad en el acceso a esos recursos, sigue haciendo falta unidades multidisciplinares especializadas y los pacientes que aún así sí acceden no siempre encuentran grandes resultados. Por ello los especialistas insisten en que esta es una línea a avanzar para instaurar enfoques integrales y mucho más personalizados.

Tratamientos, rehabilitación y estudios de impacto laboral

La jornada recibió más de 20 proyectos de investigación, según Paula Sánchez, coordinadora técnica de la Red Española de Investigación en Covid Persistente. Entre ellos destacan el uso de colágeno polimerizado como posible tratamiento, programas de tele-rehabilitación para la fatiga crónica, estudios sobre impacto laboral y adaptación, el ayuno terapéutico para modular inflamación y metabolismo, o la afectación del Covid persistente en profesionales sanitarios. También se abordan la terapia manual para síntomas olfativos, el apoyo psicológico ante la pérdida de salud y principios éticos frente al estigma.

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