Con la clasificación para el play-off prácticamente en el bolsillo después de su última victoria, al Recre le esperan por delante siete jornadas en las que dilucidar quién será su rival en el cruce por el ascenso a la Primera RFEF. La experiencia dice, fundamentalmente en aquellos lejanos tiempos de liguillas de Segunda B, que la posición y un buen sorteo para el cruce son elementos que pueden llegar a ser determinantes a la hora de materializar el salto de categoría. No son pocos los equipos con fases regulares de competición impecables al medirse a un rival prácticamente desconocido se dan contra la realidad o son sorprendidos.

En esta categoría son importante detalles como la superficie o el terreno de juego del oponente. Jugar en un campo como el Nuevo Colombino con todas sus comodidades es una garantía que ofrecen pocos. En las eliminatorias el Decano se puede encontrar con campos de césped artificial (los menos), terrenos con dimensiones reducidas o campos en los que la comodidad brille por su ausencia. Son escenarios a los que adaptarse para competir. En un play-off es casi tan importante el carácter como la calidad.

La liga termina el 14 de mayo. Por lo tanto la ida de la primera eliminatoria sería el 21 y la vuelta el 28, domingo de elecciones municipales y Rocío por lo que de ser en Huelva apunta ya de antemano al sábado 27. La fase definitiva sería el 4 y 11 de junio, siendo este el día marcado en rojo para el ascenso a través de las eliminatorias.   

Si la liga terminase hoy, el Recre iría al bombo del sorteo en Las Rozas como segundo del grupo IV. Tendría que medirse por lo tanto al quinto de cualquiera de los otros cuatro grupos de la categoría. Su oponente saldría del Valladolid Promesas (1), Utebo (2), Formentera (3) y Cacereño (5). El primero de los conjuntos es el filial del Real Valladolid, igualado a puntos con el Real Avilés. Si tuviera que medirse a él se encontraría como escenario el Anexo del José Zorrilla sobre césped natural. El viaje sería cómodo. Un filial siempre tiene sus pros y sus contras. La juventud, el descaro y la calidad son consustanciales. Ahora bien, son equipos sujetos en ocasiones a las prioridades de un primer equipo que lucha por la permanencia en la máxima categoría. Son imprevisibles. El Avilés tiene césped natural, aunque un desplazamiento algo más incómodo.

El Utebo es el equipo de una localidad que se encuentra a las afueras de Zaragoza, perfecto escenario para el cuartel general. En este caso su principal factor a tener en cuenta es que juega en el Estadio de Santa Ana de la localidad, terreno de juego dotado de césped artificial y con una capacidad para 500 espectadores sentados. El escenario podría ser determinante. Es una situación semejante a la del Formentera, cuyo campo de San Carlos también de césped artificial generaría no pocos dolores de cabeza. El desplazamiento hasta la isla sería algo más incómodo, además de dificultad el acompañamiento de la afición recreativista.

El cuarto de los equipos que en estos momentos podría ser rival albiazul es el Cacereño. En su caso se encuentra empatado a puntos con el Villanovense. Ambos rivales presentan unas características similares: viaje largo por carretera como única alternativa y campo de césped natural.

Los equipos ya comienzan a mirar y hacer sus cábalas. Si el Decano las hace, seguro que cualquiera pudieran ser sus oponentes mira con lupa y tiene al Recre como uno de los equipos a evitar.