Recreativo de Huelva y el Rocío, la vinculación que va más allá de lo sentimental

Los tres ascensos a Primera División, además de otros momentos deportivos importantes, han coincidido con la romería

Recuperar la 'Recremanía', uno de los retos que se le presenta a la nueva propiedad

Aficionados celebran uno de los ascensos a Primera en la aldea de El Rocío.
Aficionados celebran uno de los ascensos a Primera en la aldea de El Rocío. / Paqui Segarra

Nadie duda que el Recreativo de Huelva y la romería de El Rocío son dos de los símbolos más importantes de la provincia. Ambos, profundamente arraigados en la sociedad onubense, presentan una carga emocional que va más allá de un club de fútbol en el primer caso y de una romería en el segundo. Son sentimientos que, en muchos casos, caminan de la mano.

Dicen que El Rocío comienza cuando llega la Hermandad de Huelva a la aldea, y lo cierto es que El Rocío ha estado tremendamente presente en varios de los momentos deportivos más destacados del club en sus 135 años de historia. Sin ir más lejos, los tres ascensos a Primera División han coincidido con un Domingo de Pentecostés. Una mera casualidad... o no.

El primero de ellos tuvo lugar en la temporada 77/78 con Eusebio Ríos a los mandos. Aquel equipo, con José Martínez Oliva como presidente, alcanzó la élite del fútbol español por primera vez después de empatar en Castalia frente al Castellón. Los albiazules, que contaban en la plantilla con jugadores ilustres como Isabelo Ramírez, Víctor Espárrago o Joaquín Pichardo entre otros, finalizaron en segundo lugar detrás del Zaragoza y por delante del Celta, conformando los tres equipos que ascendían procedentes de Segunda División.

Hubo que esperar un cuarto de siglo para vivir otro momento similar. Un 19 de mayo de 2002, nuevo Domingo de Pentecostés, el Decano conseguía su segundo ascenso a Primera en un recién estrenado Nuevo Colombino. Antonio Calle, por aquel entonces delantero del Xerez, silenció a los 20.000 espectadores que se dieron cita en el coliseo onubense, pero los de Lucas Alcaraz lograron reponerse con un gol en propia puerta del guardameta xerecista -que más tarde acabaría expulsado- para que a la postre Fernando Soriano hiciera el definitivo 2-1 con el que el Recreativo regresaba a Primera División.

Empezaba la época dorada del club. Aunque la aventura en la máxima categoría duró poco, apenas un año, trajo consigo el que quizás sea el logro más importante de la entidad y, a su vez, el partido más recordado por muchos: la final de la Copa del Rey en el Martínez Valero. Toda una fiesta pese a la derrota ante el Mallorca.

Sin embargo, ahí no acabó la cosa. El fútbol todavía le deparaba un ascenso al Recre. Como no, en Domingo de Pentecostés. El equipo viajaba a Soria en la antepenúltima jornada. Una victoria le valía para ascender. El conjunto de Marcelino García Toral salió decidido a por el objetivo y los goles de Mateo, Viqueira y Gastón Casas llevaron el delirio a los desplazados a Los Pajaritos.

Un ascenso que se celebró por todo lo alto en la aldea del Rocío. Miles de personas, a la espera de un nuevo 'salto de la reja', se echaron a las arenas para festejar un nuevo ascenso. El segundo en cuatro años. Una auténtica fiesta que, bajo el amparo de la Virgen, aspira a repetirse en próximas ocasiones.

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