El próximo rival del Decano, marcado por la polémica institucional

La peculiaridad del próximo rival del Recreativo de Huelva no ha pasado inadvertida para nadie. El CD Unión Malacitano se ha visto inmerso en una tremenda polémica este verano a raíz de que su dueño, Julián Luna, tratara de llevar a La Unión Atlético, afincado en Murcia, hasta Málaga. De ahí el cambio de nombre que, sin embargo, la RFEF no termina de aceptar.

Pese a que el club se denomina como CD Unión Malacitano, tiene que disputar sus partidos con los símbolos de La Unión Atlético. La territorial murciana y la andaluza aceptaron el traslado a Málaga. No así la española, que no permite a la entidad utilizar su nuevo escudo. Ni siquiera jugar donde se pretendía desde un principio.

Ya en la primera jornada de liga, el Unión Malacitano tuvo que jugar con la segunda equipación del Atlético Antoniano ante la negativa de la RFEF a jugar con el escudo originado para esta temporada. Una polémica que no dejó en buen lugar a una institución que ha tenido que irse a jugar a Totana, en Murcia, por lo que prácticamente actúa como visitante en cada jornada del grupo IV de Segunda Federación.

El conjunto que dirige José Miguel Campos se quedó a tan solo un punto de ascender a Primera Federación la pasada campaña. Con una ventaja de cinco puntos a falta de dos partidos, dos tropiezos consecutivos ante Águilas y Balompédica Linense, este último ya descendido a Tercera RFEF y que precisamente será el rival del Atlético Onubense este fin de semana, privaron a La Unión del ascenso directo. Ya en playoff, el Torrent le apeó a las primeras de cambio con un global de 4-1 en la primera eliminatoria.

Aunque en lo institucional no terminan de irle las cosas como a Julián Luna le gustaría, el equipo deportivamente marcha en tercer lugar con 12 puntos, uno más que el Recreativo, a dos de la Deportiva Minera y Extremadura, líder y colíder respectivamente. De momento, al contrario que los albiazules, se han hecho fuertes en casa, el Municipal Juan Cayuela, donde acumulan siete de nueve puntos posibles gracias a los triunfos ante Melilla y Linares Deportivo y el empate con el Xerez Deportivo.

Además, el de este domingo será el primero de los dos encuentros a los que tenga que hacer frente el CD Unión Malacitano esta semana, puesto que el miércoles 29 de octubre se mide al Ceuta en Copa del Rey. El segundo puesto conseguido en liga otorga un billete directo a la competición del ko, donde debutarán la próxima semana contra una de las revelaciones de la Liga Hypermotion. Una eliminatoria que, a su vez, podría favorecer las rotaciones en liga con el fin de afrontar los dos partidos en las mejores condiciones posibles.

Plantilla con pasado albiazul

Hasta tres futbolistas del Unión Malacitano tienen pasado como albiazules, ya sea en la cantera o en el primer equipo. Francis Ferrón fue el primero en vestir la elástica albiazul. El delantero referencia del conjunto blanquiazul marcó 18 goles con el Atlético Onubense en Tercera División, cifra que le valió para participar en cuatro encuentros en Segunda División de la mano de Sergi Barjuán, siendo titular en un partido en El Molinón.

Un año después decidió marcharse al Sant Andreu de Segunda B, con el que marchó ocho goles, para pasar posteriormente por el Lorca, Alcoyano, Linares, Balona, Marbella, Badajoz, San Fernando, Águilas y Deportiva Minera antes de recalar definitivamente en La Unión, donde llegó en el mercado invernal de la 24/25. Este curso ya ha visto portería en dos ocasiones y será una de las principales amenazas en el rival.

Mario Gómez, indiscutible en el centro de la defensa, pasó cuatro temporadas en la cantera del Recreativo, a la que llegó en edad juvenil. Pese a convertirse en el líder de la zaga del filial, no llegó a debutar con el primer equipo, siendo convocado en dos ocasiones el año del descenso a Segunda B.

Más reciente tendrán los aficionados recreativistas a Rafa de Vicente, centrocampista que dejó un grato recuerdo en Huelva durante dos campañas en las que anotó ocho goles. En dos años difíciles por la inestabilidad institucional, el malagueño se convirtió en un futbolista muy querido por la afición. Tras su paso por el Recre se marchó al Racing de Santander, con el que consiguió el ascenso a la categoría de plata del fútbol español.