Cinco lamas metálicas sueltas "en constante movimiento": Así refleja la arquitecta el informe que motivó la suspensión del Recre-UCAM

El colegiado del partido, Carlos Agraz, no fue consciente del riesgo hasta veinte minutos antes de comenzar el encuentro

'Claudia' hace estragos en el Nuevo Colombino

Parte de la estructura afectada.
Parte de la estructura afectada. / Josué Correa

El presidente del Recreativo de Huelva, Adrián Fernández, confirmó a los medios de comunicación que el motivo de la suspensión del partido frente al UCAM Murcia no obedecía a la climatología, sino a un parte levantado por técnicos del Ayuntamiento que desaconsejaba disputar el choque por motivos de seguridad ante el riesgo de desprendimiento de una chapa metálica ubicada en la visera de la tribuna del Nuevo Colombino, agravado eso sí por el viento.

La arquitecta municipal, Águeda Domínguez Díaz, fue la encargada de redactar el informe de la inspección de guardia que originó la no celebración del encuentro. Dicho escrito recoge un "aviso a las 14:30 al Estadio Nuevo Colombino por la existencia de elementos metálicos en la zona sur del graderío".

Asimismo, se observan "cinco lamas metálicas de borde de la cubierta del graderío, sueltas por uno de sus lados y en constante movimiento oscilante, lo que provoca que la sujeción de las mismas en el borde opuesto esté perdiendo estabilidad debido al fuerte viento existente". Por lo tanto, según la arquitecta municipal, existe "un peligro de desprendimiento del elemento de borde de la cubierta del graderío", a lo que añade que esta circunstancia ha podido provocarse "por las fuertes rachas de viento ocurridas en el día de ayer (viernes) y que han continuado a lo largo de hoy (sábado)".

Zona de la visera donde se encontraban sueltas las lamas metálicas.
Zona de la visera donde se encontraban sueltas las lamas metálicas. / Josué Correa

En función del riesgo existente, a las 15:30, media hora antes del inicio previsto, Águeda Domínguez determina que las condiciones adversas del tiempo existentes de lluvias y fuertes vientos, tal y como pudo comprobarse dos horas más tarde, podrían "empeorar la estabilidad del elemento de borde metálico de la cubierta y su consecuente desprendimiento", a lo que finalmente recomienda que "no se usen las instalaciones deportivas", ya que existe "peligro de desprendimiento y caída de dicho elemento metálico", tanto a la zona de acceso, como al graderío o al mismo terreno de juego.

Por este motivo, la solución pasa por efectuar "una visita técnica mediante grúas" para verificar el estado del graderío y retirar los elementos inestables, así como fijar los que estén sueltos. Un trabajo que imposibilitaba que el partido acabara celebrándose este domingo, algo en lo que estaban de acuerdo tanto el Decano como el propio UCAM Murcia, que tendrá que volver a desplazarse a Huelva entre semana antes de que finalice la primera vuelta.

La visión del árbitro del partido

Carlos Agraz observa en la distancia la estructura afectada.
Carlos Agraz observa en la distancia la estructura afectada. / Josué Correa

En medio de la caótica situación que se vivió en el Nuevo Colombino, también cabe destacar el papel de uno de los protagonistas principales de la función: el árbitro del partido. Carlos Agraz, de tan solo 27 años de edad, tenía la última palabra para suspender el duelo siempre y cuando fuera la meteorología la principal culpable. Pero no fue así.

Con aviso naranja, lo cierto es que el estado del césped era inmejorable a la hora a la que se supone que debía dar comienzo. El campo drenó bien y apenas notó los efectos del temporal, por lo que no hubiera sido un problema a la hora de celebrar la contienda.

Sin embargo, el trencilla extremeño recibió "veinte minutos antes de comenzar el encuentro" una comunicación por parte del delegado de campo del Recreativo, Juan Alejandro Guil Barranca, en el que "por petición de los técnicos municipales y la arquitecta municipal, Águeda Domínguez Díaz, el partido no puede comenzar debido a la posibilidad de desprendimiento de una de las cornisas del estadio", organizando in extremis una reunión con miembros de los dos equipos y acordando "aplazarlo una hora" buscando "una solución" a la incidencia. Finalmente, se optó por la suspensión porque no se aseguraba "la integridad física de espectadores, miembros de ambos equipos y trío arbitral".

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