La bala que despertó el interés de Caparrós

Diego Moisés Santos es un recreativista con pedigrí. El onubense más rápido de la historia compartió durante años entrenamientos con el primer equipo en el viejo Colombino. Eran tiempos en los que Huelva no tenía más instalaciones que la rudimentaria pista de tierra que rodeaba al césped. Una época en la que contar un atleta de élite "era un milagro". De aquellos años guarda entrañables recuerdos como las sesiones de Caparrós en las que el utrerano bromeaba con el velocista y le ofrecía un puesto de carrilero en su equipo.

Diego Moisés Santos fue un atleta de éxito en un tiempo complicado. De su carrera el hoy policía local onubense guarda dos momentos duros. Ambos tuvieron en el entonces presidente de la Española a su protagonista. José María Odriozola "me dejó sin ir a unos Juegos para los que había hecho méritos y luego me impidió correr en el Iberoamericano de Huelva ante mi gente que era lo que más ilusión me hacía".

Hoy los deportistas disfrutan de unas instalaciones que en su época prácticamente "eran un sueño". A pesar de ello sigue siendo "muy complicado" que salgan atletas de primer nivel por la falta de ayudas y las limitaciones demográficas. La principal figura actual es Emilio Martín y tras él "tenemos a una realidad como Laura García-Caro que seguro que irá a los Juegos de Tokio y Héctor Santos que apunta muy buenas maneras".

Diego Moisés Santos es un deportista en todo el sentido de la palabra. En su día tocó la gloria, pero nunca quiso cruzar "esa línea que muchos otros cruzaron para subir un escalón más". Recuerda experiencias al lado de atletas como Marta Domínguez cuyo positivo "casi me hizo llorar por la decepción que fue" o Paquillo "con quien tenía una buena relación". El admirador de Linford Christie se asombra hoy con los tiempos de Usain Bolt, a quien define como "un prodigio de la naturaleza como lo fue en su momento Jordan en el baloncesto".