Recreativo

Utrera-La Palma: Partido sin anestesia ante uno de los equipos que más han crecido en las últimas semanas

Dos jugadores durante un lance del encuentro

Dos jugadores durante un lance del encuentro / M.G (Huelva)

La Palma despidió el año con un triunfo después de algunas semanas de sinsabores y a esa reacción se agarra el conjunto de Nacho Molina para la rendición de visita al Utrera, uno de los equipos que han experimentado una reacción fulgurante en los últimos tiempos. Los sevillanos, de estar en la penumbra, han pasado a ser candidatos a todo, tal cual se esperaba en un principio. Les ha costado arrancar, pero a este punto de la liga ya experimentan velocidad de crucero. De hecho, ya son cuartos, en puestos de pelear por el ascenso.

El conjunto condal ha vivido en las últimas semanas algunos asuntos extradeportivos que han podido despistarlo de la concentración. Como por ejemplo el caso Marco Montaño, ya fuera de la entidad y que generó un cisma importante. Ahora, con la aguas en un remanso de paz, se adivina que debe ganar la naturalidad que siempre le ha distinguido y eso le debe conducir a competir en la máxima expresión.

Ganar en Utrera está al alcance de muy pocos. Pero los sevillanos tienen un dilema que se focaliza en su defensa. Encajan más de lo deseado, exactamente igual que La Palma, que no encuentra el equilibrio entre la defensa y el ataque. Puestos así, es posible que se destape un partido sin puertas que lo sujeten. Si algo tiene el conjunto de Nacho Molina es que no se encoje en ningún escenario en lo referente a la propuesta. Otra cosa es que le salga bien.

Veinte puntos contempla el casillero de La Palma mientras que su rival suma veintisiete. No es una diferencia sideral pero es considerable. Si La Palma acaba la primera vuelta con 23 puntos, victoria mediante en Utrera, sería como tener más de medio billete sellado para la salvación, único objetivo de la temporada. Pero para llegar a ese objetivo, será necesario que roce la perfección. El rival, por el potencial que atesora, castiga cualquier resbalón o estornudo. Y otra cuestión. A equipos como el Utrera o parecidos, les incomoda que tú le plantees partidos sin fronteras, abiertos, cargados de valentía y sin complejos. Y en ese cometido, La Palma anda sobrado. Solo tiene que plantearse mantener personalidad y criterio.

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