En el mundo del póker, concretamente en la variante Texas Hold'em, hay un momento crítico en los torneos multimesa. Se trata de la burbuja. Un concepto en el que se marca que solo falta que se elimine un jugador para que el resto de los supervivientes entren en premios. Nadie quiere quedar en la burbuja porque el mal sabor de boca es más desagradable que aquel que se levantó de la mesa eliminado mucho antes por una mala jugada. Cuando solo falta que caiga una persona para entrar en premios el tiempo se congela. Nadie quiere que le rompa la burbuja en lo alto. 

Algo parecido pasa en la liga de fútbol. Y es que cuando empieza la temporada y los equipos empiezan a sumar o perder sus primeros puntos, se empieza a estirar una cuerda que con el paso de las semanas se hace más fina. La clasificación se empieza a estirar. Poco a poco, de una manera apenas visible. Pero en algún momento se rompe. La liga estalla por los aires y se corta, como ocurre en el pelotón ciclista en una etapa llana con el viento de costado. Todos saben que la serpiente multicolor se va a romper y todos quieren estar en el grupo de delante. Igual que en el fútbol, cuando estalle la burbuja todos quieren estar en el grupo de los mejores, de los que van a tener muchas más posibilidades de entrar en los premios de ascensos y playoffs cuando la temporada llegue a la jornada 34. 

Exactamente es lo que ocurre en estos momentos en el grupo 4 de la Segunda RFEF. El Recreativo de Huelva ocupa en estos momentos la sexta posición con 11 puntos, con el mismo registro están Mancha Real y Sanluqueño, quinto y cuarto, respectivamente. Por debajo el séptimo se sitúa a dos puntos, Juventud Torremolinos. Y por arriba, Betis Deportivo (14 puntos), Mar Menor (18 puntos) y Antequera (19 puntos). Se puede decir que la liga se encuentra en una burbuja. Que el pelotón de equipos sabe que la clasificación se va a cortar en apenas varios partidos. Y este fin de semana puede estallar el grupo 4. Y es posible porque hay dos enfrentamientos claves que pueden suponer un corte crucial. Por un lado se miden Betis Deportivo (3º) y Mancha Real (5º); y por otro Atlético Sanluqueño (4º) y Juventud Torremolinos (7º). Lo que ocurra en ambos partidos podrá hacer que estalle o no la burbuja y haya un corte importante en la clasificación. 

Y a esto hay que darle más importancia si cabe si Antequera y Mar Menor ganan sus compromisos. Así, la liga se puede poner patas arriba en la jornada 8. Y para que el Decano entre en el grupeto de los mejores tiene que ganar en su visita al Recreativo Granada, este domingo a las 12:00. Con una victoria, aparte de que se alejen fantasmas, el equipo albiazul podría abrir brecha con perseguidores y afianzarse en los puestos nobles de la tabla de cara a los siguientes envites. Es mejor eso, que tener que remar, lógicamente, si se termina empatando o perdiendo. En una liga corta, donde los de arriba no fallan hay poco margen de error cuando el objetivo es el ascenso.